Freitag, 30. Mai 2008

PARA'UriBE, PaRA'SaNtoS, PARA'82% De ESE PUEBLO FACISTA:::::: QUE es capaz de OlVIDaR 30000 colombianos masacrados por LOs PARA'S yTienE EL VAlOR DE OLVIdaR y NO VER 4'000000 De DEsPLaZaDOS.


Un mundo raro


Por
Hernando Gómez Buendía

Son tres hechos gravísimos. El Congreso se está desintegrando porque los congresistas están siendo llevados a la cárcel. El Presidente de la República y el de la Corte Suprema se acusan mutuamente de cometer delitos. Y la reforma que sirvió de base para elegir al Primer Mandatario está viciada porque el gobierno compró los votos decisivos.

Estos tres hechos en cualquier país serían el colapso del sistema político. La gente inundaría las calles, el Congreso -o la Corte- estarían a punto de cerrarse y habría una pelea de terremoto por anular la elección del Presidente.

Y sin embargo aquí no pasa nada. La gente está en su casa y está además contenta, el Congreso y la Corte siguen en funciones, y a nadie se le ocurre mentar siquiera el vicio en la (re)elección del señor Presidente.

Es porque los colombianos -o el 82 por ciento de los colombianos- creen rabiosamente en Álvaro Uribe. Creen que es el mejor Presidente de la historia, el más dedicado y el que más ha hecho. Es más: los colombianos no creen sino en Álvaro Uribe. Y por eso, cuando se enteran de esos escándalos políticos, su reacción es aferrarse a la única imagen que veneran.

Los extranjeros, que no están hechizados, notan de bulto el hecho de que Uribe está en el corazón de la crisis. Notan que de los 62 congresistas encarcelados o investigados, 57 son uribistas con puestos en el gobierno. Notan que el cruce de denuncias con el ex presidente de la Corte Suprema se deriva del caso Mario Uribe. Y notan que los votos de Yidis y Teodolindo no decidieron la reelección del Presidente in genere sino la reelección de Álvaro Uribe.

Pero los colombianos -el 82 por ciento de los colombianos- no quieren ver que al Presidente lo salpique ni una gota de escándalo. Freud no diría 'no quieren' sino 'no pueden', y añadiría algún párrafo difícil sobre los mecanismos de defensa y el Ego.

Yo de Freud no sé mucho, pero sé que el psiquiatra de Palacio fue quien halló el mejor mecanismo de defensa para el 82 por ciento de los egos: Álvaro Uribe no tiene nada que ver con el uribismo. Esos 83 senadores y 147 representantes que hicieron campaña por él, los que aprobaron su reelección y han adoptado sus proyectos de ley, en realidad no han hecho más que abusar de su buena fe, sin importarles enturbiar su nombre. La solución es disolver los partidos uribistas, en un ritual de purificación digno de Freud.

No me detengo en otras soluciones que van por ese lado o que pretenden salir de la crisis agrandando a Uribe, como la idea del referendo para volver a elegirlo de una vez, o como el plan de la senadora Ramírez para que él encabece la 'cruzada moral' contra? sus partidarios. Es para Sigmund Freud vivito y coleando.

Y es porque ésta, digamos 'disociación neurótica', es contagiosa y está afectando hasta a la misma oposición. Atropellados por esos tres hechos gravísimos, los voceros del Polo y algunos liberales han dado en la ilusión de que la mayoría está con ellos y que el apoyo a Uribe no es real. Por eso sus propuestas para salir de la crisis consisten en cerrar al Congreso y convocar a nuevas elecciones, en que se elija una Constituyente que limpie la política, o en reelegir Presidente y Congreso. Como si el 82 por ciento de los votos no fueran para Uribe, o como si en todos los pueblos y los barrios la gente no fuera a votar por los mismos y las mismas o sus clones. Samper, como siempre, es el más cínico. Propone que pasemos al régimen parlamentario, de manera que sean esos mismos y mismas y sus clones los que escojan al Jefe de Gobierno.

En este manicomio la crisis verdadera consiste en que no hay crisis. Hay tres hechos gravísimos pero a nadie le importan. Y porque no le importan no van a disolverse los partidos, ni habrá Constituyente, ni habrá en efecto salida de la crisis. Sólo el paso del tiempo.

Y es porque para salir en serio de la crisis habría que salir de quien está en el corazón de la crisis. Es lo que Mockus ha tenido el coraje de pedir. Pero el coraje de Antanas me recuerda la frase de Voltaire: 'No hay nada tan peligroso como tener razón en el manicomio'.


Donnerstag, 29. Mai 2008

La lógica del terrorismo de Estado




El Plan Colombia, diseñado por el gobierno de Andrés Pastrana y el Departamento de Estado, cofinanciado por la Unión Europea y puesto en vigor por el demócrata Bill Clinton en su visita a Cartagena de agosto del 2000, detrás del membrete de cruzada contra el narcotráfico y ulteriormente de lucha contra el terrorismo internacional, oculta oscuros intereses metropolitanos y de la oligarquía "paisa". Desglosemos tales propósitos.

El objetivo geopolítico cardinal de EE. UU. después de la implosión del "socialismo real" europeo no es otro que consolidar su hegemonía unipolar. De este propósito mayor se derivan las metas estratégicas del Plan Colombia:

a) Reasegurar el control político-militar estadounidense del norte de Sudamérica (resquebrajado después del retiro de Panamá de la Base Howard, en 1999)
b) Instalar fortines militares para apropiarse de los recursos naturales, energéticos y bioenergéticos de la Amazonía
c) Controlar el comercio subregional con los países asiáticos
d) Despoblar territorios a través de operativos de genocidio y etnocidio
e) Debilitar la gravitación geopolítica del Brasil
f) Evangelizar a los latinoamericanos en el culto al mercado y a la democracia formal, entre otros

En el terreno estrictamente económico, el Plan busca reforzar las columnas del capital financiero sustentando la producción y la venta de armas, apuntalando la industria química y mejorando los réditos para Wall Street provenientes del tráfico internacional de drogas psicoactivas naturales. Los beneficios del programa para los "los señores de la guerra" estadounidenses se evidenciaron desde que la fracción sustantiva de los fondos provistos inicialmente por Washington tuvo como destino inicial la compra de helicópteros Blackhawks, que solo se fabrican en USA. Asimismo, un reporte del Nuevo Herald coincidente con la oficialización del Plan dio cuenta que las fumigaciones de los cultivos de coca y amapola se realizaban con el Roundup, un agrotóxico producido por la Monsanto. Intensificados los bombardeos químicos, se conoció que el precio del kilo de cocaína en Nueva York se disparó desde 120 mil a 240 mil dólares, para felicidad de los "blanqueadores" primermundistas que, en última instancia, son los mayores beneficiarios de ese colosal negocio, estimado actualmente en más de 700 mil millones de dólares y equiparable al del petróleo o al de la fabricación y comercio de material bélico.

En tiempos de la administración del republicano George W. Bush, el Plan Colombia fue redefinido con el sarcástico nombre de Iniciativa Regional Andina (IRA), con el abierto propósito de internacionalizar la guerra civil que flagela la hermana nación fronteriza como corolario del asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán en 1948; y, después del memorable 11-S del 2001, será incorporado a la fementida campaña mundial contra el terrorismo decidida por los "halcones" del complejo industrial-militar norteamericano como medio de profundizar un keynesianismo de guerra y "neutralizar" /eliminar a los disidentes de la globalización corporativa (llámense líderes de la oposición parlamentaria, dirigentes sindicales, defensores de los derechos humanos, ecologistas, guerrilleros, cristianos liberacionistas, indígenas o simplemente excluidos por la acumulación por desposesión institucionalizada por el “capitalismo del Pentágono”).

Como todo hecho histórico, el Plan Colombia se sustenta también en factores endógenos, en este caso inherentes al país neogranadino. ¿A qué aludimos?
Producto de una evolución contrahecha y subordinada, la crisis cafetalera colombiana de los años 70 derivó en una constelación de problemas económicos, sociales, políticos e institucionales cada vez más agudos. Una trágica deriva de su crisis multidimensional ha sido que el país sudamericano se convierta, a partir del citado decenio, en un importante productor y exportador de drogas al vasto mercado yanqui (un mercado de aproximadamente 60 millones de adictos irrecuperables), fenómeno inducido por el aperturismo comercial instrumentado por los gobiernos conservadores y liberales colombianos al tenor de las recomendaciones-imposiciones de entidades como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el BID, la CAF.

La apertura colombiana a la importación de bienes producidos por el poderoso y subsidiado "agrobusiness" norteamericano, a la par que provocó la ruina de los campesinos, forzó a estos al éxodo a las ciudades o a subsistir con cultivos no tradicionales. Esta "reconversión" de la agricultura colombiana resultó en la constitución de una matriz productiva con unas 100 mil familias establecidas en decenas de miles de hectáreas y dio paso a procesos de industrialización y comercialización de la marihuana, la coca y la amapola, actividades que representan réditos para un amplio espectro social interno que incluye desde partidos políticos del establecimiento liberal/conservador, legisladores, jueces, banqueros, periodistas, hasta paramilitares y capos de la droga de diverso perfil, proveedores de armas, oficiales y tropas del Ejército y la Policía, pequeños productores agrícolas, raspachines y "pericos". La guerrilla izquierdista de las FARC, conforme a declaraciones de sus comandantes, percibe ingresos por concepto de tributos cobrados a los campesinos, refinadores y narcotraficantes.

Además de defender su cuota en el gran pastel del narcotráfico, cuya fracción sustantiva es retenida e invertida en las metrópolis, la oligarquía norteña encontró en el Plan Colombia la mejor coartada para impulsar su reforma agraria "al revés", consistente en expulsar de sus asentamientos ancestra1es a los campesinos y a las comunidades indígenas, apropiarse de sus tierras a través de los operativo s del Ejército y las bandas de paramilitares y, ulteriormente, integrar latifundios para el cultivo de la palma africana, soya y otras producciones primarias congruentes con la vieja/nueva división internacional del trabajo promovida por el capital transnaciona1 desde los años 70 mediante la implantación de dictaduras fascistas en el Cono Sur, como las de Augusto Pinochet en Chile y Rafael Videla en Argentina.

El debilitamiento institucional y moral del Estado colombiano, que incluso le ha llevado a la pérdida del control de aproximadamente un tercio de su territorio y de la mitad de sus municipios, abrirá un ancho cauce para Estados Unidos asuma un virtual protectorado de la nación suramericana y para que, blandiendo el mito de la "sociedad sin drogas" o la metáfora de la "guerra infinita contra los terroristas" haya criminalizado a una sociedad entera en un intento por legitimar guerras neocolonialistas en connivencia con la Unión Europea.

La amarga experiencia colombiana no se circunscribe a sus fronteras. Producto combinado de la dominación externa y de la expoliación interna, el Plan
Colombia/lRA/Plan Patriota, adosado a los TLCs, al IIRSA (Iniciativa de Integración de la Infraestructura de Sud América) y al Plan Mérida (el flamante “Plan Colombia mexicano”), ha venido irradiando progresivamente sus siniestros instrumentos y consecuencias, especialmente a los países andinos.

Las recurrentes violaciones a la soberanía de países como Venezuela y Ecuador protagonizadas por Álvaro Uribe, un ex colaborador del “Jefe” Pablo Escobar, se inscriben en el contexto histórico lacónicamente descrito.


- René Báez, economista ecuatoriano, es catedrático universitario, Premio Nacional de Economía y miembro de la International Writers Association.
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El gobierno colombiano,
enfermo de cretinismo topográfico



Descubro a través de una nota de Rebelión que el gobierno de Colombia, siempre pertrechado con su inseparable computadora-oráculo, anunció a bombo y platillo que las FARC planeaban extender sus acciones al extranjero. A Madrid (España) en concreto. ¡Sí, como lo leen!

Y es que al parecer, el Ejército colombiano no conoce su propia geografía, porque el plan fariano -en caso de ser cierto- hacía referencia al municipio de Madrid, departamento colombiano de Cundinamarca, no al Madrid castellano donde la guerrilla supuestamente pretendía asesinar al ahora vicepresidente colombiano Francisco Santos (foto).

Alguien dirá que este desconocimiento sobre la situación de la Madrid colombiana -donde hay una escuela de suboficiales, potencial objetivo de la guerrilla– se debe a que dicho municipio se encuentra hundido en lo más profundo de la profunda e inaccesible selva colombiana... pero en realidad está situado a 25 km de Bogotá, la capital del país.

Y es que los nombres de los municipios colombianos se prestan a confusión, cuando uno es un incapaz o un malintencionado, o las dos a la vez, como es el caso del gobierno colombiano, su fiel vocero nacional (El Tiempo) y su todavía más fiel vocero internacional (El País de España).

Por ejemplo, el ejecutivo de Uribe podría haber anunciado también planes contra otras "ciudades españolas", como por ejemplo Segovia, Toledo, Granada y Cáceres (municipios del departamento de Antioquia), Córdoba (Nariño), Málaga (Santander) o Pamplona (Norte de Santander).

O incluso delirantes incursiones armadas en Valparaíso, Copacabana, Armenia, Argelia, Palestina, Filadelfia y hasta Venecia (supongo que un ataque naval), todos nombres de municipios colombianos.

Surge la duda de si estos “errores” son intencionados o no. Recordemos la supuesta foto de Gustavo Larrea, ministro de Interior ecuatoriano, con Raúl Reyes, cuando en realidad se trataba de Patricio Etchegaray, dirigente comunista argentino. La foto fue exhibida como trofeo de caza por El Tiempo y el ejecutivo colombiano, y tuvo amplia difusión internacional.

Pero las malas artes del uribismo se salieron con la suya: ya quedó sembrado en el inconsciente colectivo de los numerosos pero desafortunados lectores de El País que las FARC pretendían volar la estatua de Cibeles o la Puerta de Alcalá. De eso se trataba, de justificarse moralmente ante la opinión pública internacional, como un colchón para cualquier operación que lleven a cabo, ¿o no?

Por eso, dudo si el gobierno colombiano está enfermo de cretinismo topográfico. O simplemente enfermo.

http://okrimopina.blogspot.com

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La verdadera cara de un Gobierno mafioso



El gobierno de Álvaro Uribe atraviesa una profunda crisis política, ética y jurídica. 60 parlamentarios, la mayoría uribistas, han sido acusados por la Corte Suprema de Justicia de realizar pactos con narcotraficantes y paramilitares para garantizar sus elecciones al congreso y otros torvos propósitos. Entre ellos, Mario Uribe, primo del presidente y su mas cercano aliado político. Igualmente personas que ocuparon altos cargos en el gobierno como el ex Director del Departamento Administrativo de Seguridad – DAS -, un ex embajador en Chile y el actual embajador en México, ex Fiscal General.

Estos procesos han sido posibles por las denuncias del Polo Democrático Alternativo, el movimiento unitario de la izquierda colombiana, los estudios de ongs independientes, las denuncias de las comunidades y confesiones de los propios paramilitares. Contra la Corte el gobierno desarrolla campañas de desprestigio y ha demandado al presidente de la misma.

La crisis se ha profundizado al comprobarse que dos parlamentarios, ya detenidos, recibieron prebendas para votar a favor de la reforma constitucional lo que garantizó la reelección del actual presidente. Uribe ha sido acusado por organizaciones de derechos humanos de haber propiciado la creación del paramilitarismo. En 1983 la DEA lo ubicó como uno de los políticos colombianos comprometidos con el narcotráfico.

Los grupos paramilitares son narcotraficantes que en alianza con la cúpula militar, empresarios y terratenientes, y la total complicidad oficial, desataron en los últimos 20 años una política de terror y muerte. Màs de 50.000 personas asesinadas y 30.000 desparecidas. 4.000.000 de campesinos y habitantes de pequeños pueblos desplazados. Se apropiaron por la fuerza de cerca de 5.000.000 de hectáreas de tierra para dedicarlas al cultivo dela planta de coca y proyectos agroindustriales y ganaderos. Ejecutaron el exterminio de la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, asesinaron a mas de 2.500 sindicalistas y a centenares de dirigentes estudiantiles, indígenas y defensores de derechos humanos. El gobierno de Uribe les dio estatus político a los paramilitares y realizó con ellos un amañado proceso de paz y de desmovilización. Luego, para impedir que siguieran sindicando a mas cómplices dentro del mundo político, empresarial y militar, extraditó a los líderes a los Estados Unidos en una secreta negociación que les brindará protección y garantías.

Ante la profunda crisis y en la perspectiva de avanzar hacia una nueva reelección , el gobierno de Uribe ha lanzado una inmensa cortina de humo para esconder estos escándalos y para desarticular a la oposición. Manipulando la información de los computadores que supuestamente le encontraron a Raúl Reyes se está montando un gran proceso de judicializaciòn de la oposición y el movimiento popular

El Fiscal General, antiguo empleado de Uribe, ha pedido abrir investigaciones contra los parlamentarios Gloria Inés Ramírez y Wilson Borja, contra el Director del Semanario Voz, Carlos Lozano, y contra otros dirigentes del Polo Democrático Alternativo. También contra la opositora senadora Piedad Córdoba y a un núcleo de personalidades, periodistas y corresponsales de prensa. Gloria Inés, Carlos y Wilson son miembros del Comité Central del Partido Comunista Colombiano. El PCC es uno de los objetivos a destruir por parte del gobierno.

De tiempo atrás el gobierno ha lanzado acusaciones contra la oposición , pretendiendo asimilar todo criterio diferente al oficial como vinculado a la guerrilla, llegando al colmo de calificar la Jornada Nacional e Internacional del pasado 6 de marzo, de defensa de los derechos de las víctimas del paramilitarismo y el Terrorismo de Estado, como marchas organizadas por la insurgencia.

Judicializar a la oposición y en especial al Polo Democrático Alternativo es una venganza por los debates de los parlamentarios del Polo que pusieron al desnudo la complicidad del uribismo con el paramilitarismo.

Nos encontramos en el comienzo de un juicio político que el presidente de la República pretende asimilar, extemporáneamente, a su peculiar justificación del Genocidio contra la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano en el que mas de 5.000 militantes de esta organización de izquierda fueron aniquilados y por lo cual el Estado colombiano esta ad portas de ser fuertemente condenado en los tribunales internacionales.

Una cacería de brujas que oculte y encubra los procesos contra los aliados narco-paramilitares del Gobierno y las demás investigaciones por los actos de corrupción oficial. Se trata de una verdadera razia que está apenas comenzando. Se ha amenazado con centenares o quizás miles de detenciones.

Sólo en las peores dictaduras se han conocido amenazas y juicios de esta naturaleza.

Se requiere la solidaridad urgente y decidida con el Polo Democrático Alternativo, el Partido Comunista Colombiano y demás sectores de oposición en Colombia victimas de un infame proceso judicial abierto por el gobierno mafioso de Álvaro Uribe.

Que cesen las amenazas y los asesinatos contra la oposición y el movimiento popular. Y que se abran las puertas para el Intercambio humanitario y la búsqueda de la Solución Política Negociada al largo conflicto armado colombiano.

Montag, 26. Mai 2008

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Homenaje a Manuel Marulanda



Traducido para Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala por Manuel Talens


Pedro Antonio Marín Marín, más conocido como Manuel Marulanda Vélez y “Tirofijo”, era el líder máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Fue, sin duda alguna, el campesino revolucionario más grande de la historia del continente americano. Durante sesenta años organizó movimientos campesinos y comunidades rurales y, cuando todas las vías democráticas legales se le cerraron de forma brutal, creó el ejército guerrillero más poderoso de América Latina y las milicias clandestinas que lo sustentaban. En su época de mayor apogeo, entre 1999 y 2005, las FARC contaban con casi 20.000 combatientes, varios cientos de miles de campesinos activistas y cientos de unidades de milicias comunales y urbanas. Incluso hoy, a pesar del desplazamiento forzoso de tres millones de campesinos como resultado de las políticas de tierra quemada y las masacres del gobierno, las FARC tienen entre 10.000 y 15.000 guerrilleros en sus numerosos frentes distribuidos por todo el país.

Lo que hace tan importantes los logros de Marulanda son sus habilidades organizativas, su agudeza estratégica y sus intransigentes posiciones programáticas, basadas en el apoyo a las exigencias populares. Más que cualquier otro líder guerrillero, Marulanda, tenía una compenetración sin par con los pobres de las zonas campesinas, los sin tierra, los cultivadores indigentes y los refugiados rurales durante tres generaciones.

Tras empezar en 1964 con dos docenas de campesinos que habían huido de pueblos devastados por una ofensiva militar dirigida por USA, Marulanda construyó metódicamente un ejército guerrillero revolucionario sin contribuciones económicas o materiales extranjeras. Más que cualquier otro líder guerrillero, Marulanda fue un gran maestro político rural. Las extraordinarias dotes organizativas de Marulanda se fueron refinando a través de su íntima vinculación con el campesinado. Como había crecido en una familia de campesinos pobres, vivió entre ellos cultivando y organizándolos: hablaba su mismo lenguaje, se ocupaba de sus necesidades diarias más básicas y de sus esperanzas de futuro. De manera conceptual, pero también a través de la experiencia cotidiana, Marulanda realizó una serie de operaciones políticas y militares estratégicas basadas en su brillante conocimiento del terreno geográfico y humano. Desde 1964 hasta su muerte, Marulanda derrotó o eludió al menos siete importantes ofensivas militares financiadas con más de siete mil millones de dólares de ayuda militar usamericana, que incluía miles de “boinas verdes”, cuerpos especiales, mercenarios, más de 250.000 militares colombianos y 35.000 paramilitares integrados en escuadrones de la muerte.

A diferencia de Cuba o Nicarangua, Marulanda construyó una base masiva organizada y entrenó una dirigencia en gran parte rural; declaró abiertamente su programa socialista y nunca recibió apoyo político o material de los denominados “capitalistas progresistas”. A diferencia de los corruptos y codiciosos gánsteres de Batista y Somoza, que saqueaban y se retiraban bajo presión, el ejército de Colombia era un formidable y altamente entrenado y disciplinado aparato represor, reforzado además por homicidas escuadrones de la muerte. A diferencia de otros muchos famosos guerrilleros “de afiche”, Marulanda fue un auténtico desconocido entre los elegantes editores izquierdistas de Londres, los nostálgicos sesentaiochistas parisinos y los socialistas eruditos de Nueva York. Marulanda pasó su tiempo exclusivamente en la “Colombia profunda”; prefería conversar y enseñar a los campesinos y enterarse de sus quejas a conceder entrevistas a periodistas occidentales ávidos de aventura. En lugar de escribir manifiestos grandilocuentes y adoptar poses fotogénicas prefería la pedagogía popular de los desheredados, estable y poco romántica pero sumamente eficaz. Marulanda viajó desde valles prácticamente inaccesibles a cordilleras, desde selvas a llanuras, siempre organizando, luchando... reclutando y entrenando a nuevos líderes. Evitó presentarse en los “foros de debate del mundo” o seguir la ruta de los turistas izquierdistas internacionales. Nunca visitó una capital extranjera y cuentan que jamás puso los pies en Bogotá, la capital de la nación. Pero tenía un amplio y profundo conocimiento de las exigencias de los afrocolombianos costeños; de los indiocolombianos de las montañas y la selva; de las ansias de tierra de millones de campesinos desplazados; de los nombres y direcciones de los terratenientes maltratadores que brutalizaban y violaban a los campesinos y a sus familiares.

Durante las décadas de los sesenta, los setenta y los ochenta, numerosos movimientos guerrilleros se levantaron en armas, lucharon con mayor o menor capacidad y, luego, desaparecieron asesinados, derrotados (algunos incluso se convirtieron en colaboradores) o se integraron en los partos y repartos electorales. Poco numerosos, luchaban en nombre de inexistentes “ejércitos populares”; la mayoría eran intelectuales, más familiarizados con los discursos europeos que con la microhistoria, la cultura popular y las leyendas de los pueblos a los que trataban de organizar. Fueron aislados, rodeados y arrasados; dejaron quizá una herencia bien publicitada de sacrificio ejemplar, pero no cambiaron nada sobre el terreno.

Por el contrario, Marulanda encajó los mejores golpes de los presidentes contrainsurgentes de Washington y Bogotá y se los devolvió al cien por cien. Por cada pueblo arrasado, Marulanda reclutó a docenas de campesinos luchadores, enfurecidos y desamparados, y los entrenó con suma paciencia para que fuesen cuadros y comandantes. Más que cualquier ejército guerrillero, las FARC llegaron a ser un ejército de todo el pueblo: un tercio de los comandantes eran mujeres, más del setenta por ciento eran campesinos, si bien se les asociaron intelectuales y profesionales, que fueron entrenados por cuadros del movimiento. Marulanda fue un hombre venerado por su estilo de vida excepcionalmente sencillo: compartió la lluvia torrencial bajo cubiertas de plástico. Millones de campesinos lo respetaban profundamente, pero nunca practicó el culto a la personalidad: era demasiado irreverente y modesto, prefería delegar las tareas importantes a una dirigencia colectiva, con mucha autonomía regional y flexibilidad táctica. Aceptó un amplio abanico de opiniones sobre tácticas, incluso si discrepaba profundamente de ellas. A principios de los ochenta, muchos cuadros y líderes decidieron probar la vía electoral, firmaron un “acuerdo de paz” con el presidente colombiano, crearon un partido –la Unión Patriótica– e hicieron elegir a numerosos alcaldes y diputados. Incluso obtuvieron cuantiosos votos en las elecciones presidenciales. Marulanda no se opuso públicamente al acuerdo, pero no abandonó las armas ni “bajó desde las montañas a la ciudad”. Mucho más lúcido que los profesionales y los sindicalistas que se postulaban en las elecciones, Marulanda comprendía al carácter extremadamente autoritario y brutal de la oligarquía y sus políticos. Sabía que los gobernantes de Colombia no aceptarían nunca una reforma agraria justa sólo porque unos “pocos campesinos analfabetos los derrotasen en las urnas”. En 1987, más de 5.000 miembros de la Unión Patriótica habían sido asesinados por los escuadrones de la muerte de la oligarquía, entre ellos tres candidatos a la presidencia, una docena de congresistas y mujeres y alcaldes y concejales. Los supervivientes huyeron a la selva y se reincorporaron a la lucha armada o huyeron al exilio.

Marulanda era un maestro a la hora de romper los cercos y evitar las campañas de aniquilación, sobre todo las que diseñaron los mejores y más brillantes estrategas del centro de contrainsurgencia de los Cuerpos Especiales del US Fort Bragg y de la Escuela de las Américas. Al finales de los noventa, las FARC habían ampliado su control a más de la mitad del país y bloqueaban autopistas y atacaban bases militares situadas a sólo 65 kilómetros de la capital. Muy debilitado, el entonces presidente Pastrana terminó por aceptar negociaciones serias de paz, en las que las FARC exigieron una zona desmilitarizada y un programa que incluía cambios estructurales básicos en el Estado, la economía y la sociedad.

A diferencia de las guerrillas centroamericanas, que cambiaron las armas por cargos electorales, antes de deponer las suyas Marulanda insistió en la redistribución de la tierra, en el desmantelamiento de los escuadrones de la muerte y en la destitución de los generales colombianos implicados en las masacres, en una economía mixta basada en buena medida en la nacionalización de los sectores económicos estratégicos y en la financiación a gran escala de los campesinos para el desarrollo de cosechas alternativas a la coca.

En Washington, el presidente Clinton asistía histérico a aquel espectáculo y se opuso a las negociaciones de paz, en especial al programa de reformas, así como a los debates públicos abiertos y a los foros de debate organizados por las FARC en la zona desmilitarizada, a los que asistía numerosa la sociedad civil colombiana. La aceptación por parte de Marulanda del debate democrático, la desmilitarización y los cambios estructurales desenmascara la mentira de los socialdemócratas occidentales y latinoamericanos y de los académicos de centro-izquierda, que lo acusaron de “militarista”. Washington trató de repetir el proceso de paz centroamericano engatusando a los jefes de FARC con la promesa de cargos electorales y privilegios a cambio de que vendiesen a los campesinos y a los colombianos pobres. Al mismo tiempo Clinton, con el apoyo de los dos partidos del Congreso, hizo aprobar un proyecto de ley de apropiación de dos mil millones de dólares para financiar el mayor y más sangriento programa de contrainsurgencia desde la guerra de Indochina, denominado “Plan Colombia”. El presidente Pastrana dio por terminado de forma abrupta el proceso de paz y envió soldados a la zona desmilitarizada para que capturasen a la cúpula de las FARC, pero cuando éstos llegaron, Marulanda y sus compañeros ya se habían ido de allí.

Desde el 2002 hasta ahora, las FARC han alternado los ataques ofensivos y las retiradas defensivas, en especial desde finales de 2006. Con una financiación sin precedentes y un apoyo tecnológico ultramoderno de USA, el nuevo presidente Álvaro Uribe –socio de narcotraficantes y organizador de escuadrones de la muerte– adoptó una política de tierra quemada para ensañarse con el campo colombiano. Entre su elección en 2002 y su reelección en 2006, más de 15.000 campesinos, sindicalistas, trabajadores de derechos humanos, periodistas y otros críticos fueron asesinados. Regiones enteras del campo fueron vaciadas: de la misma manera que en la Operación Phoenix usamericana en Vietnam, la tierra de cultivo fue contaminada por herbicidas tóxicos. Más de 250.000 soldados y sus compinches paramilitares de los escuadrones de la muerte diezmaron amplias zonas del campo colombiano controladas por las FARC. Helicópteros proporcionados por Washington bombardearon la selva en misiones de búsqueda y destrucción (que no tenían nada que ver con la producción de coca o con el envío de cocaína a USA). Al destruir toda la oposición popular y las organizaciones campesinas y al desplazar a millones de colombianos, Uribe logró empujar a las FARC hacia regiones más remotas. Al igual que había hecho en el pasado, Marulanda asumió una estrategia de retirada táctica defensiva, abandonando territorio para proteger la capacidad de lucha de los guerrilleros en el futuro.

A diferencia de otros movimientos guerrilleros, las FARC no recibieron ningún apoyo material del exterior: Fidel Castro repudió públicamente la lucha armada y buscó lazos diplomáticos y comerciales con gobiernos de centro-izquierda e incluso mejores relaciones con el brutal Uribe. Después de 2001, la Casa Blanca de Bush etiquetó a las FARC de “organización terrorista”, presionando a Ecuador y Venezuela para que restringiesen los movimientos fronterizos de las FARC en busca de abastecimientos. El “centro-derecha” de Colombia se dividió entre los que prestaban un “apoyo crítico” a la guerra total de Uribe contra las FARC y los que protestaban infructuosamente contra la represión.

Es difícil imaginar que un movimiento guerrillero pueda sobrevivir frente a una financiación tan masiva de la contrainsurgencia, un cuarto de millón de soldados armados por el imperio, millones de desplazados de sus tierras y un presidente psicópata vinculado directamente con una cadena de 35.000 miembros de escuadrones de la muerte. Sin embargo, sereno y resuelto, Marulanda dirigió la retirada táctica; la idea de negociar una capitulación nunca se le pasó por la mente, ni a él ni a la cúpula de las FARC.

Las FARC no tienen frontera contigua con un país que lo apoye, como Vietnam la tenía con China; tampoco goza, como Vietnam, del suministro de armas de la URSS ni del apoyo masivo internacional de los grupos occidentales de solidaridad, como los sadinistas. Vivimos en una época en la que apoyar a los movimientos campesinos de liberación nacional no está “de moda”; en la que reconocer que el genio de líderes campesinos revolucionarios que construyen y mantienen la auténtica masa de los ejércitos populares es tabú en los pretenciosos, locuaces e impotentes Foros Sociales Mundiales, cuyo “mundo” excluye regularmente a los campesinos militantes y para los que “social” significa el constante intercambio de mensajes electrónicos entre fundaciones financiadas por ONG.

Es en este ambiente tan poco prometedor frente a las pírricas victorias de los presidentes de USA y Colombia donde podemos apreciar el genio político y la integridad personal de Manuel Marulanda, el más grande campesino revolucionario de América Latina. Su muerte no generará afiches o camisetas para estudiantes universitarios de clase media, pero vivirá eternamente en los corazones y las mentes de millones de campesinos de Colombia. Se le recordará siempre como “Tirofijo”, un ser de leyenda al que mataron una docena de veces y, a pesar de ello, regresó a los pueblos para compartir con los campesinos sus vidas sencillas. Tirofijo fue el único líder que era realmente “uno de ellos”, que durante medio siglo se enfrentó al aparato militar y mercenario yanqui y nunca fue capturado o derrotado.

Los desafió a todos en sus mansiones, sus palacios presidenciales, sus bases militares, sus cámaras de tortura y sus burguesas salas de redacción. Murió de muerte natural, después de sesenta años de lucha, en los brazos de sus queridos compañeros campesinos.

¡Tirofijo, presente!

El sociólogo James Petras nació en Boston el 17 de enero de 1937, de padres griegos, originarios de la isla de Lesbos. Ha publicado más de sesenta libros de economía política y, en el terreno de la ficción, cuatro colecciones de cuentos.

El escritor y traductor español Manuel Talens es miembro de Cubadebate , Rebelión y Tlaxcala , la red de traductores por la diversidad lingüística. En mayo de 2008 ha aparecido su libro de ensayos Cuba en el corazón.

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.
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Samstag, 24. Mai 2008

También a periodistas y líderes de la izquierda

La fiscalía colombiana procesa
a las figuras políticas y sociales
que sirvieron de mediadores
para el proceso de paz

Telesur


La Fiscalía General colombiana anunció este jueves la apertura investigaciones judiciales preliminares contra tres congresistas de ese país, un ex candidato presidencial, varios periodistas y activistas políticos y tres extranjeros -un venezolano, un ecuatoriano y un estadounidense- por sus supuestos "vínculos" con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El anuncio lo hizo el fiscal general de nación, Mario Iguarán, en una sorpresiva rueda de prensa ofrecida en Bogotá en horas de la tarde, en la cual precisó que los procesos se abrieron a raíz de las informaciones obtenidas de las computadoras supuestamente pertenecientes al asesinado comandante guerrillero Raúl Reyes.

"La Fiscalía de Colombia por el momento -porque el análisis de la información continúa- ha dispuesto, en lo que tiene que ver con lo tres congresistas, doctores Piedad Estela Córdoba, Wilson Alfonso Borja, Gloria Inés Ramírez, amparados por el fuero (...) compulsar de manera inmediata copias ante la honorable Corte Suprema", dijo.

Explicó que la medida se basa en el análisis realizado por la Policía Judicial "que indica vínculos con las FARC", aparentemente a través de la identificación de correos electrónicos.

Señaló que las demás personas investigadas son: "Amílcar Figueroa, venezolano, miembro del Parlamento Latino; María Augusta calle, ecuatoriana, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente; Iván Larrea, ciudadano ecuatoriano; el señor James Jones, ciudadano americano, profesor universitario".

Asimismo, "los periodistas Carlos Lozano, William Parra, la señora Liliana Patricia Obando, directora de una ONG, e igualmente el ex candidato a la Presidencia Álvaro Leyva y el (ex) asesor de paz, el señor Lázaro Viveros".

Carlos Lozano es miembro del Partido Comunista y editor del semanario Voz. Al igual que el ex candidato presidencial y miembro del Partido Liberal Álvaro Leyva, recibió del presidente Álvaro Uribe la encomienda de dialogar con la guerrilla para buscar reactivar los diálogos hacia un acuerdo humanitario.

William Parra es Director de Investigación de TeleSUR, mientras que Liliana Patricia Obando encabeza la organización no gubernamental Frunce Agro.

Por su parte, Lázaro Viveros aseguró a la versión digital del diario bogotano El Espectador que le queda "un sabor amargo" con la noticia de la Fiscalía, pero que se presentará para dar las explicaciones necesarias.

"Hay que tomarlo con mucha calma, porque todo lo que yo hice fue de cara al país y buscando la libertad de los secuestrados. El Gobierno siempre supo de mis gestiones y mis trabajos periodisticos fueron conocidos en todos los medios", dijo.

Viveros recordó que como asesor de paz permaneció casi tres años en el Caguán y lo único que hizo "fue dar luces" en el proceso de paz.

Por su parte, Carlos Lozano dijo al mismo medio que "no me sorprendió para nada la decisión de la Fiscalía, porque desde hace rato había mucha presión porque las investigaciones eran exclusivas de la parapolítica".

"Lo único que me llama la atención es que las personas nombradas sean gestores del proceso de paz, como si colaborar con el intercambio humanitario pudiera llegar a ser judicializado", añadió.

El periodista colombiano y director de Investigación de Telesur, William Parra, acusado por el fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, por su presunta implicación con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), declaró este viernes ser víctima del Gobierno del presidente Álvaro Uribe, por cubrir el tema del conflicto armado y el paramilitarismo.

En entrevista desde el programa En vivo desde el Sur, que transmite Telesur, Parra denunció que se encuentra inserto dentro de 'una cacería de brujas, un chivo expiatorio que se presenta para tapar el escándalo de la preventa de puestos a varios parlamentarios que se había dado con la campaña de reelección de Uribe'.

Indicó que esta persecución por parte del Gobierno colombiano no es reciente y que desde hace tres años y medio, a raíz de una entrevista realizada al dirigente de las Farc asesinado por el ejército colombiano, Raúl Reyes, para la agencia Reuters, ha sufrido diferentes atentados contra su vida.

“En Colombia, desde que Uribe llegó a la presidencia, casi todos los medios de comunicación han sido silenciados”, señaló Parra.

Precisó que en Colombia ya no se habla abiertamente del conflicto armado y que buscar la noticia en la fuente paramilitar implica ser acusado de cómplice.

Con respecto a la acusación formulada por el fiscal colombiano, dijo sentirse despreocupado y tranquilo con su conciencia.

“Llevo más de 20 años haciendo periodismo para mi país. Esperaré por lo que vaya a pasar, pero seguiré firme en la denuncia en cuanto al veto informativo que se sigue suscitando en relación al conflicto armado”, indicó el periodista neogranadino.

Por su parte, en un enlace especial para la entrevista, el abogado judicial colombiano Reynaldo Villalba señaló que esas supuestas pruebas que relacionan a Parra y a 11 personas más colocan en entredicho la gran labor a favor de la paz, la democracia y el entendimiento que la mayoría de ellos han realizado durante tantos años en el país.

Igualmente, cuestionó la veracidad de estas pruebas: “Si no hubo cadena de custodia a nivel judicial para esos computadores, no se puede tener certeza de las declaraciones dadas hasta el momento, viéndolo a la luz de las leyes colombianas”.
Para la senadora colombiana Piedad Córdoba, del Partido Liberal, manifestó que las acusaciones de la Fiscalía General de Colombia hacen parte de una maniobra para quitarle notoriedad a los graves escándalos de la narcoparapolítica que involucran al presidente Álvaro Uribe.

De acuerdo a las declaraciones ofrecidas en exclusivas a TeleSur, a Córdoba no le sorprende la apertura de investigaciones sobre supuestos vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), anunciada, este jueves, por la información encontrada en las supuestas computadoras del líder guerrillero Raúl Reyes, quien fuera asesinado por tropas colombianas en territorio ecuatoriano, el pasado 1 de marzo.

La senadora concuerda con lo afirmado por el periodista comunista Carlos Lozano, en torno a las acusaciones contra tres congresistas, tres periodistas, un ex candidato presidencial, una activista y tres extranjeros, lo cual es parte de una maniobra para quitarle notoriedad a los graves escándalos de la parapolítica en Colombia, donde más de la mitad de los parlamentario están acusados de mantener nexos con los paramilitares.

Lamentó que el Gobierno no quiera reconocer “que hay un derecho de guerra” pero consideró que lo ocurrido será una nueva oportunidad para luchar por la justicia, “a ver si se le acaban las excusas al Gobierno para esconder la verdad”.

Según dijo a TeleSUR, en un contacto telefónico desde Bogotá, la noticia “no es sorprendente ni es sorpresiva, es apenas fruto natural del proceso que está viviendo internamente el país, con un Gobierno que fue calificado de régimen mafioso, en una circunstancias que cada vez más lo ponen contra la pared”.

“Yo me atengo a la verdad a lo que he hecho, a lo que el país conoce. Me atengo, afortunadamente, a quien respeto, que es mi poder natural, de Justicia y como dice el dicho popular: amanecerá y veremos”, manifestó.

“Ésta es una tarea difícil, pero no es la primera batalla ni es la última para quienes, como revolucionarios, reivindicamos una sociedad distinta y diferente y pensamos que Colombia merece una suerte mejor”, añadió.

Aseguró que uno de los próximos ataques orquestados desde el Gobierno vendrá de la guerrillera recientemente desmovilizada Karina, con quien cree que intentarán vincularla.

“Ya Karina está también declarando contra nosotras, es una señora que yo no conozco bajo ninguna circunstancia”.

Nuevamente, la senadora defendió la posibilidad de que países de América Latina “con sus presidentes, a la cabeza el presidente Chávez, (Rafael) Correa, Cristina Kirchner, Evo Morales, el nuevo presidente de Paraguay, con Brasil”, conformen un grupo de naciones facilitadoras del acuerdo humanitario en Colombia.

Dijo que no detendrá su labor “para recuperar la libertad de los civiles, para comenzar el acuerdo humanitario”, y se puso un plazo “de aquí a diciembre para que podamos estar obteniendo por parte de las Farc, en una oportunidad única en la historia, que termine el secuestro y que salga del conflicto interno como forma de lucha política”.

El presidente alterno del Parlamento Latinoamericano, Amilcar Figueroa, al referirse a las acusaciones que en su contra hizo el fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, en Bogotá, dijo que es una patraña más para tapar la cercanía que tiene el presidente Álvaro Uribe con la parapolítica y el narcotráfico.

El Fiscal General de Colombia anunció ayer que el gobierno de Colombia abrirá una serie de investigaciones judiciales preliminares en contra del parlamentario venezolano, que surgen a raíz de las informaciones obtenidas de las supuestas computadoras del asesinado ex líder guerrillero colombiano Raúl Reyes por tropas colombianas que invadieron territorio ecuatoriano, el pasado 1 de marzo.

En el programa En Confianza que transmite Venezolana de Televisión, Amilcar Figueroa comento ante las acusaciones desde Colombia que “Hemos actuado bajo total legalidad”.

“Yo entiendo que lo de ayer (jueves) trata de cubrir varios objetivos, en primer lugar el conflicto interno que tiene Colombia con todo el tema de la cercanía que tiene el presidente Uribe en cuanto a los nexos con la parapolítica y el narcotráfico”.

Recordó Figueroa que las amenazas en su contra por parte del gobierno de Colombia vienen realizándose desde hace más de un año. “Hace más de un año José Vicente Rangel dijo que justamente el ahora Ministro de la Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, había ordenado mi muerte”.

Entra tanto, el parlamentario venezolano comentó que “el presidente Uribe busca meter a Venezuela en el conflicto interno colombiano, tratar de establecer supuestos nexos entre nuestro país y la insurgencia colombiana”.

El presidente Uribe “está montando una provocación contra Venezuela”, esto se evidencia cuando “sus tropas incursionan en territorio venezolano”, apuntó Figueroa.

Agregó Figueroa que, en este sentido, “está claro que el presidente Uribe tiene una vocación guerrerista, el presidente Uribe es básicamente un guerrerista, en este caso estamos enfrente de un militarista, un guerrerista que se empeña en ponerle obstáculos a las luces de la construcción de la paz en Colombia”.

“Ahora me acusa a mí, yo sí he dicho que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) es un actor político en Colombia y que para construir la paz tienen que sentarse los distintos actores políticos y este tipo de ideas se criminalizan por parte del gobierno de Colombia... como han criminalizado la lucha sindical, las protestas sociales e incluso el periodismo”, sostuvo el presidente alterno del Parlamento Latinoamericano.

Sobre este punto aclaró que “eso no ha logrado que uno deje de expresar lo que uno piensa del conflicto colombiano”.

Argumentó Figueroa que “si en América Latina funcionaran realmente los organismos internacionales deberían presionar a Álvaro Uribe a que renuncie al gobierno, que es absolutamente separador de cualquier legalidad internacional y que actúa como un gobierno forajido”.
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La revancha del parauribismo



Carlos Lozano, Gloria Inés Ramírez y Wilson Borja tienen varias cosas en común. Son integrantes de la Junta Nacional del Polo Democrático Alternativo, pertenecen al Comité Central del Partido Comunista Colombiano, son sobrevivientes del exterminio contra la Unión Nacional de Oposición ejecutado en los años 1974 al 80. del Genocidio contra la Unión Patriótica y el PCC sobrevivieron a amenazas y atentados.

Ahora a los tres se les quiere procesar bajo la acusación de pertenecer a la guerrilla de las FARC.

Carlos Lozano ha sido citado a indagatoria por el Fiscal General quien a su vez solicitó a la Corte Suprema de Justicia que iniciara investigación contra Gloria Inés y contra Wilson, en razón de su fuero de parlamentarios. También ha sido incluida la combativa senadora Piedad Córdoba. Opositora al gobierno y trabajadora incansable por el Acuerdo Humanitario y la paz. Álvaro Leyva y Lázaro Viveros, trabajadores por la paz y la funcionaria de Fensuagro, Liana Obando, también han sido vinculados.

Bajo la presión del gobierno, al cual siempre ha pertenecido, el Fiscal Iguaràn, ha iniciado de esta manera el tan publicitado proceso de la farcopolitica. Nunca antes ningún espectáculo ha sido anunciado con tanto despliegue. Mediante editoriales, artículos de prensa de la extrema derecha, delirantes declaraciones del Vicepresidente Santos, ofensas incendiarias de Uribe y amenazas diarias del ministro de defensa, también del clan de los Santos, se ha venido preparando el montaje. La campaña publicitaria de expectativa del show es digna de contratar por los grandes empresarios y multinacionales para promocionar sus productos y servicios.

El parauribismo, sumido en la profunda crisis que le provoca la parapolitica, esta si real, cruel y sanguinaria, y los escándalos de corrupción que rodearon la aprobación de la reforma constitucional que permitió la reelección fraudulenta de Uribe, busca tender ahora una cortina de humo. Un distractor. Un falso e inexistente equilibrio. Quizás busca a largo plazo una “Ley de punto final”.

Pero se equivocan.

Hay algo con que no han contado, además de la inocencia de los inculpados. Que ellos conocen perfectamente. Y que seguramente solo son el inicio de una masiva cacería de brujas.

El mundo se levantará indignado y solidario.

Con la solidaridad que no ha tenido Uribe, que lo que tiene son socios ávidos de ganancias y expansiones. Y adhesiones producto de su aparato de propaganda y la sumisión de los medios.

La solidaridad que no han tenido los parapoliticos. Quienes al contrario han sentido la indiferencia y la condena de sus correligionarios y sus obligados votantes.

La solidaridad con los dirigentes de la oposición y el movimiento popular, victimas de la guerra sucia y el terrorismo de Estado, ahora convertidos en acusados será el principio del fin del régimen mafioso del uribismo.

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Estado de alerta ante posible impunidad
por crímenes atroces





En estado de alerta se declararon diversas organizaciones multilaterales, entre ellas la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ante la posible impunidad por crímenes atroces y de lesa humanidad cometidos en Colombia por fuerzas paramilitares tras la extradición a Estados Unidos de 14 integrantes de esas fuerzas ilegales armadas, entre ellos sus máximos cabecillas.

Tras enterarse de la extradición de los máximos jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), entre quienes se encuentran Salvatore Mancuso, Diego Fernando Murillo Bejarano, Rodrigo Tovar, Ramiro Vanoy y Hernán Giraldo, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su preocupación por esta decisión, ordenada por el presidente Álvaro Uribe de manera intempestiva, que podría dejar impunes los crímenes de lesa humanidad cometidos por esta organización armada durante los últimos 20 años.

"La Oficina alerta sobre el riesgo de que las extradiciones debiliten las posibilidades de avanzar, eficaz y oportunamente, en la lucha contra la impunidad de violaciones graves de derechos humanos e infracciones del derecho internacional humanitario", señaló la ONU, y enfatizó que el Gobierno nacional debe satisfacer los derechos de las víctimas y sus familiares a "la verdad, la justicia y la reparación y las garantías de no repetición".

El Presidente Uribe ordenó en la noche del 12 de mayo la extradición hacia Estados Unidos de 14 integrantes de las Auc recluidos en diversas cárceles colombianas y acogidos a la Ley de Justicia y Paz, para que fueran juzgados por narcotráfico, contrabando de archivos y financiación de actividades terroristas, con lo cual le dio mayor trascendencia a esos delitos que a los procesos judiciales por más de 200 masacres y la desaparición forzada de por lo menos 49 mil personas.

Frente a este hecho, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos recordó que los extraditados "han admitido su responsabilidad por haber ordenado, participado o cometido graves violaciones de derechos humanos e infracciones del derecho internacional humanitario" y resaltó que "en muchos casos, estos delitos constituyen crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra y, en ocasiones, se perpetraron con la aquiescencia, tolerancia o complicidad de agentes del Estado".

La ONU manifestó que las normas internacionales catalogan dichos delitos entre los más graves y establecen que son imprescriptibles y que no pueden ser objeto de amnistías o indultos. El presidente Uribe explicó que la extradición de los paramilitares se había dado "porque algunos de ellos habían reincidido en el delito después de su sometimiento a la Ley de Justicia y Paz, otros no cooperaban debidamente con la justicia y todos incumplían con la reparación de las víctimas al ocultar bienes o demorar su entrega".

A la voz de alerta de la ONU se le sumó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): "La Comisión observa que esta extradición afecta la obligación del Estado colombiano de garantizar los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación de los crímenes cometidos por los grupos paramilitares".

Coincidió la CIDH con la Organización de Naciones Unidas en advertir que la extradición impide la investigación y el juzgamiento de graves crímenes por las vías establecidas por la Ley de Justicia y Paz en Colombia y por los procedimientos criminales ordinarios de la justicia colombiana. "También cierra las posibilidades de participación directa de las víctimas en la búsqueda de la verdad sobre los crímenes cometidos durante el conflicto y limita el acceso a la reparación del daño causado. Asimismo, este acto interfiere con los esfuerzos por determinar los vínculos entre agentes del Estado y estos líderes paramilitares".

El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, organización que representa Iván Cepeda, también se unió a las voces de rechazo de la extradición de los ex jefes de las Auc y consideró que "es un elemento adicional que revela el fracaso de la Ley de Justicia y Paz, y constituye una nueva afrenta contra las víctimas, así el actual Gobierno presente, ante la opinión pública, la extradición como un favor a las mismas".

Aseveró el Movimiento que la extradición por razones de narcotráfico desconoce la prioridad que tiene la investigación y juzgamiento de los responsables de la comisión de crímenes contra la humanidad. "Esta decisión quiere ocultar que el paramilitarismo ha constituido un instrumento que ha favorecido la sistemática y masiva violación de los derechos humanos, estrategia en la que el Estado tiene una decisiva e inocultable responsabilidad".
En una inusual petición, el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado le exigió al Gobierno norteamericano que "devuelva a las autoridades colombianas a los jefes paramilitares para que sean procesados por la justicia ordinaria y no bajo el marco de la Ley de Justicia y Paz", en razón de que "no han contado toda la verdad, no han reparado integralmente a las víctimas y no han desmontados sus estructuras criminales".

Además, le solicitó a la administración de justicia colombiana el traslado a la justicia ordinaria de todos los procesos que se tramitan en el marco de la Ley de Justicia y Paz que se siguen contra los jefes paramilitares extraditados, así como todos los procesos que se adelantan en este marco normativo, "dada la evidente ineficacia e inoperancia del mismo".

Por su parte, la Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz (IMP) estimó que con la decisión de Gobierno del presidente Uribe de extraditar de forma masiva a los jefes del paramilitarismo a los Estados Unidos, "las víctimas nos quedamos sin verdad, sin justicia y sin reparación integral".

Recordaron las mujeres agrupadas en esta Alianza que el juzgamiento de los líderes de las Auc alude al delito de narcotráfico, pero los graves delitos de lesa humanidad y las infracciones al Derecho Internacional Humanitario, DIH cometidos por los paramilitares en Colombia seguirán en la impunidad.

"Si las razones que tomó el Gobierno para la extradición masiva es que los líderes paramilitares seguían delinquiendo desde las cárceles, esto demuestra aún más la ineficiencia de la justicia colombiana", indicó IMP, organización que adelanta un proceso de acompañamiento psicojurídico a víctimas de la guerra en Colombia.

Esta iniciativa de mujeres propuso que si el Gobierno colombiano acudió a la justicia norteamericana para hacer juzgamiento a los líderes de las Auc por narcotráfico, "a las víctimas y a las organizaciones que las acompañamos nos queda otra opción: llevar los casos ante los organismos de Justicia Internacional, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional".

Freitag, 23. Mai 2008

Bases militares de EE.UU. en Sudamérica
Controversia por la Guajira


Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

A pesar de su impopularidad récord, parecería que el presidente Bush quisiera irse de su puesto a lo grande. Después de no haber podido derrocar a Hugo Chávez mediante un intento de golpe, la Casa Blanca espera ahora escalar la presión contra el presidente de Venezuela por otros medios.

El sábado un avión de la Armada de EE.UU. se desvió por el espacio aéreo venezolano. El Ministro de Defensa de Venezuela, Gustavo Rangel, dijo que el avión había “volado prácticamente sobre “la isla de La Orchila – donde Venezuela tiene una base militar y el presidente Hugo Chávez tiene una residencia – y otra isla, antes de volver atrás. Funcionarios de EE.UU. afirmaron que el avión tuvo “problemas de navegación.”

“Es sólo el último paso en una serie de provocaciones,” dijo Rangel.

De La Orchila a la Cuarta Flota

Por cierto, las tensiones han ido aumentando en los últimos días. La Armada de EE.UU. está reactivando ahora su Cuarta Flota en el Caribe. La flota, que incluirá un portaaviones nuclear, estará basada en Mayport, Florida.

La flota no ha estado en acción en aguas del Caribe desde la Segunda Guerra Mundial. En febrero de 1942, los alemanes hundieron una serie de buques tanque llenos de petróleo crudo venezolano. El ataque causó un clamor nacionalista en Venezuela y Caracas comenzó a colocarse más abiertamente de parte de los aliados. Como reacción a los ataques, EE.UU. patrulló el área, persiguiendo submarinos nazis que causaban estragos en los embarques aliados. Después de la guerra, sin más submarinos alemanes rondando en las aguas del Caribe, la Cuarta Flota fue disuelta.

Así que, ¿por qué la resucitan ahora?

La Armada afirma que la acción es necesaria para proteger la seguridad marítima. La verdadera razón, sin embargo, puede tener más que ver con el deseo de Washington de conducir una especie de guerra psicológica contra el gobierno de Chávez y de fomentar un clima de tensión política.

De los laptop a las incursiones fronterizas

En su intento de librarse de Chávez, la Casa Blanca también ha tratado de provocar tensiones entre Colombia y Venezuela. Hay buenas probabilidades de que el Comando Sur de EE.UU. haya transmitido inteligencia militar al gobierno de Bogotá cuando este último atacó un campo de guerrilleros de las FARC dentro de territorio ecuatoriano. Después del ataque del 1 de marzo, que resultó en la muerte del líder guerrillero Raúl Reyes así como de 20 otros insurgentes, y que posiblemente constituyó un acto de terrorismo internacional, las autoridades colombianas afirmaron que Chávez y Rafael Correa, presidente pro-venezolano de Ecuador, estaban haciendo lo posible por apoyar a las FARC.

Como evidencia presentaron documentos supuestamente hallados en computadores laptop de las FARC que sorprendentemente sobrevivieron intactos el ataque. Los documentos, dice el gobierno colombiano, prueban que Chávez ha suministrado armas, municiones, y 300 millones de dólares de ayuda a las FARC. Después de realizar su propia investigación, la Interpol declaró que Colombia no alteró, borró o creó algún archivo, aunque la nación andina no se ajustó siempre a métodos internacionalmente aceptados cuando manejó los computadores. La agencia declaró que los documentos provenían de un campo de las FARC, pero los investigadores no pudieron probar concluyentemente que la información contenida dentro de los documentos haya sido totalmente exacta.

En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, se abalanzó sobre el informe de la Interpol, señalando que los archivos de laptop que indicaban el apoyo para las FARC eran “altamente inquietantes.” Chávez ha rechazado las acusaciones, calificando el informe de Interpol de “un show de payasos” que “no merece un comentario serio.” El dirigente venezolano dijo que todas las relaciones con Colombia así como la cooperación de su país con Interpol serán “profundamente analizadas.” En un intento de destruir retóricamente a sus adversarios, Chávez se refirió al jefe de Interpol, Ronald Noble, como “mafioso” y “poli yanqui agresivo.” En otro memorable estallido del líder venezolano, Chávez agregó que el verdadero nombre de Noble era “Míster Innoble.”

Como si las relaciones entre Colombia y Venezuela no pudieran deteriorarse aún más, el sábado, el mismo día en el que el avión de la Armada de EE.UU. pasó por el espacio aéreo de Venezuela, Chávez acusó a Bogotá de enviar sus tropas a través de la frontera en una incursión ilegal. Las dos naciones sudamericanas comparten una frontera de 2.200 kilómetros que pasa a través de montañas y densas áreas de selva. En una declaración escrita, el Ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, dijo que 60 soldados colombianos habían sido interceptados en el Estado occidental de Apure de Venezuela a unos 800 metros de la frontera compartida por las dos naciones.

Controversia por la Guajira

Entre signos de mal agüero de que EE.UU. podría estar tratando de desestabilizar el gobierno venezolano, se remolinea una nueva controversia. William Brownfield, embajador de EE.UU., señaló recientemente que EE.UU. estudiaría el traslado de su base aérea militar en Manta, Ecuador, a Colombia. Según el New York Times, un área mencionada en informaciones posteriores fue la región de La Guajira” cercana a la frontera venezolana. El ministro de exteriores de Colombia, Fernando Araújo, desmintió rápidamente que Colombia tuviera algún plan de permitir a EE.UU. que estableciera una base en La Guajira”.

La controversia no podía haber ocurrido en peores circunstancias.

Ya han aparecido tensiones como resultado de esfuerzos secesionistas en el Estado más occidental de Zulia que incluye la región la Guajira” venezolana. La oposición a Chávez en Zulia propuso recientemente un estudio de factibilidad para la potencial independencia del gobierno federal. Lo que es más, el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, quien perdió contra Chávez en la elección presidencial de diciembre de 2006, anunció su apoyo a la autonomía de su Estado.

Hablando en su programa semanal en la televisión “¡Aló, Presidente!, Chávez advirtió a los dirigentes de la oposición que toda actividad hacia la autonomía de Zulia conduciría a la confrontación. “Aconsejo a aquellos individuos que quieren partir Venezuela en pedazos que lo piensen muy bien. No toleraremos una fragmentación política de nuestro país,” declaró, agregando que cualquier intento semejante será enfrentado por la fuerza. El líder venezolano siguió diciendo que la autonomía de Zulia constituye un “plan imperial” diseñado y apoyado por EE.UU. para controlar áreas petrolíferas estratégicas.

Región empobrecida, la Guajira es el hogar de los indios Wayúu que van y vienen a través de la frontera. Es en parte un desierto árido y está sobre la frontera entre Colombia y Venezuela. Remota desde el punto de vista geográfico, la Guajira ha estado involucrada históricamente en controversias diplomáticas. En 1928, las autoridades colombianas estaban tan preocupadas por conjuras secesionistas en la región que la Cámara de Diputados de Bogotá se reunió en sesión secreta para discutir “acciones de agentes yanquis en los Departamentos de Santander y Goagira que apuntaban a provocar un movimiento separatista que, unido con Zulia [en medio de la zona petrolífera venezolana] formaría la República de Zulia.”

Como resultado de la complicada historia, toda discusión sobre la instalación de una presencia de EE.UU. en el área, provoca inevitablemente pasiones nacionalistas. Chávez ha declarado que “No permitiremos que el gobierno colombiano entregue La Guajira al imperio,” refiriéndose a EE.UU. Al aparecer informaciones en los medios, las autoridades en la Guajira alzaron sus voces en protesta. Eber Chacón, partidario de Chávez y Alcalde de Páez, un municipio indígena local, llamó a los wayúu en Colombia y Venezuela a repudiar intentos de la oposición venezolana de dividirlos con sus “posiciones autonomistas y separatistas.” Chacón agregó que la instalación de una base de EE.UU. en La Guajira representaría una amenaza potencial para la seguridad del hemisferio.

De Manta a Colombia

¿Cómo llegamos al punto en el que EE.UU. piense realmente en clausurar su base militar en Manta, Ecuador, y abrir una nueva en Colombia? Es una pregunta que trato de responder en mi libro: “Revolution! South America and the Rise of the New Left” [¡Revolución! Sudamérica y el ascenso de la nueva izquierda] (Palgrave-Macmillan),

que acaba de ser publicado en abril de este año.

En Ecuador es difícil ignorar el clima público de hostilidad hacia la base militar de EE.UU. en Manta, que es utilizada para vuelos respecto a la droga en el espacio aéreo colombiano. El complejo, en la costa a 257 kilómetros al sudoeste de Quito, es una gran instalación que desde el punto de vista técnico no es controlada por EE.UU., sino pertenece a la fuerza aérea ecuatoriana.

Muchos ecuatorianos creen que EE.UU. está tratando de involucrar más profundamente a su nación en el conflicto colombiano, que se ha extendido por sobre la frontera. La base aérea en Manta fue alquilada por diez años en 1999 a los militares de EE.UU., y el presidente Rafael Correa dejó en claro incluso antes de ser elegido que no tenía la intención de prorrogar el acuerdo una vez que expirara en 2009.

Durante un viaje a Quito, estuve en el campus de la Universidad Católica de la ciudad. En una mesa, una mujer estaba registrando a personas para ir a un viaje en autobús a la costa para protestar contra la base en Manta. En el pasillo encontré a Gualdemar Jiménez, un activista local.

La base aérea de EE.UU. en Manta: Un desastre social

“Manta solía ser una ciudad puramente dedicada a la pesca,” explicó. “Ahora los pescadores no tienen acceso a ciertas partes del océano, clausuradas por motivos de seguridad.” En el mar, marines de EE.UU. han interceptado embarcaciones ecuatorianas, incluso han hundido algunas. “Los marines no son guardacostas ecuatorianos,” declaró indignado Jiménez.

Prosiguió enumerando una serie de otros problemas asociados con la base aérea de EE.UU. Por ejemplo, la base ha sido expandida gradualmente. Esta expansión ha desplazado a campesinos de sus tierras tradicionales. Además ha habido daños al medioambiente: dentro del área local, han destruido laderas de los cerros en un esfuerzo por obtener la materia prima necesaria para mezclar asfalto y repavimentar la pista de aterrizaje.

La base aérea en Manta contribuye cada año unos 7 millones de dólares a la economía local, pero los activistas critican la falta de un genuino desarrollo económico en el área. Los marines no compran en los mercados ecuatorianos, ni utilizan los medios locales de transporte. “Lo único que contribuyen son discotecas locales y prostitución,” explicó amargado Jiménez.

“Lo que usted describe no es algo único,” señalé. “Me recuerda la historia de otras bases militares de EE.UU.”

“Es una tendencia que se repite en todo el mundo,” dijo Jiménez. “En Vietnam, también aparecieron repentinamente prostíbulos.”

Ahora cuando es probable que Correa expulse a EE.UU., los estadounidenses tendrán que decidir adonde ir. El Departamento de Defensa no tiene demasiadas opciones: En toda Sudamérica, es poco probable que naciones de la “Marea Rosa” acepten una prolongada presencia militar de EE.UU. en su suelo. Casi el único país que podría aceptar es Colombia, pero por diferentes motivos, una acción semejante resultaría ser peligrosa.

Si se desplegaran tropas de EE.UU. en Colombia, estarían estacionadas en medio de una zona de guerra y estarían expuestas a ataques de las FARC. Políticamente, la apertura de una nueva base en suelo colombiano contrariaría aún más a Chávez al otro lado de la frontera. Es probable que la instalación produzca prostitución y otras consecuencias sociales negativas, igual que en Manta, si el Pentágono decide estacionar su base en La Guajira entre los wayúu o en otro sitio en Colombia.

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Nikolas Kozloff es autor de: “Hugo Chávez: Oil, Politics, and the Challenge to the U.S.” (Palgrave Macmillan, 2006), y: “Revolution! South America and the Rise of the New Left” (Palgrave Macmillan, April 2008).

http://www.counterpunch.org/kozloff05212008.html




Mittwoch, 21. Mai 2008

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Venezuela analiza su permanencia en la Interpol debido a reciente informe sobre la guerrilla

Nunca supe

de acuerdos con Chávez o Correa,

sostiene desertora de las FARC

Caracas, inconforme con la explicación del embajador de EU por la violación a su espacio aéreo

Afp, Dpa y Reuters

Bogotá, 20 de mayo. La comandante guerrillera colombiana Karina, que desertó de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras 24 años de militancia, aseguró este martes a la prensa que nunca supo de acuerdos con los gobiernos de Hugo Chávez en Venezuela o Rafael Correa en Ecuador.

“Nosotros admiramos al presidente Chávez, pero nunca conocí de acuerdos, negociaciones o cualquier otra cosa de esas con él; del presidente Correa tampoco”, señaló en entrevista telefónica con medios radiales Nelly Ávila, conocida como Karina, dirigente de la guerrilla de unos 40 años que se entregó el domingo pasado.

En ese contexto, Venezuela reiteró que “no hay ninguna relación directa” entre el presidente Chávez y las FARC, y que “los únicos contactos que tuvo fueron a pedido del gobierno de Colombia para un proceso de paz y a través de mi persona”, de acuerdo con declaraciones del ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín.

Karina apuntó que a pesar de desertar no está de acuerdo con que a sus antiguos compañeros de armas se les tilde de terroristas. “Para mí las FARC no son una organización terrorista, estamos en una confrontación y los excesos se producen de parte y parte”, expresó.

Tras reiterar su rechazo a la acusación del ejército de que haya sido una de las combatientes “más sanguinarias” o que haya participado en matanzas, señaló que el gobierno “a mí me ganó la batalla, no sé si a las FARC se la ganará, porque hay gente muy aferrada a la causa revolucionaria”.

El ministro Rodríguez Chacín, en entrevista con Telesur, explicó que en las negociaciones para buscar la liberación con los rehenes –que Bogotá cortó abruptamente en noviembre pasado– fue él quien se involucró directamente, y que de hecho discutió durante horas con los integrantes de la cúpula de las FARC.

El titular del Interior indicó que ahora por orden del presidente su país “está analizando” su permanencia en la Interpol, después del reciente informe presentado por ese organismo en el que determinó que las computadoras arrebatadas al abatido líder rebelde Raúl Reyes sí eran de él, y que no habían sufrido alteraciones tras caer en manos del ejército y la policía colombianas.

Aseguró que ningún tribunal aceptará la validez del contenido de tales computadoras porque no cumplen con los requisitos mínimos de justicia en el mundo, al tiempo que el fiscal venezolano Luis Ortega Díaz rechazó también el citado informe de Interpol por estar “contaminado de ilegalidad” y carecer de interés probatorio.

No obstante, Estados Unidos instó este martes a Caracas a aclarar “el propósito de su relación” con la guerrilla colombiana de las FARC, y se dijo “sorprendido” por la reacción de Venezuela y Ecuador tras la publicación del informe “neutral” de Interpol.

Tom Shannon, secretario de Estado adjunto para América Latina, apoyó el citado informe en artículos publicados en The Wall Street Journal, The Washington Post y el madrileño El País, entre otros, señalando que “indican que existe, de hecho, una relación entre las FARC y Venezuela”.

El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, se inconformó con las explicaciones del embajador estadunidense en Caracas, Patrick Duddy, quien sostuvo que la violación del espacio aéreo venezolano el sábado por parte de una aeronave militar del país del norte se debió a un error de navegación.

Maduro dijo que las explicaciones de Duddy “no nos complacen”, aunque “se ha comprometido a que esos incidentes no se repitan más”, y que en su protesta Venezuela consideró como actos de “provocación”. Además, dijo, el embajador justificó que una mayor cooperación antidrogas bilateral evitaría tales sucesos.

En otro orden, el destituido jefe de la inteligencia militar de Ecuador, Mario Pazmiño, negó que hubiera ocultado información relacionada con el ataque colombiano del 1 de marzo contra las FARC, y denunció irregularidades en el manejo de la investigación sobre el ecuatoriano que murió en ese acto.

Por su parte, la Unión Europea denunció que cinco líderes de organizaciones sociales han sido asesinados desde febrero en Colombia, mientras que un informe de Indice Global de Paz 2008 conclyó que Colombia, Venezuela y Haití figuran entre los países más violentos de la región.

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José Steinsleger

Colombia:

¡tremenda corte!

¿Desde cuándo Interpol funciona bajo la batuta de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)? No me refiero a la banda de rock neoyorquina, sino a la tercera organización internacional más grande del mundo (186 miembros, tan sólo precedida por la ONU y la FIFA) “cuya misión es prevenir o combatir la delincuencia internacional”.

Creada por la Comisión Internacional de Policía Criminal (Viena, 1923), Interpol fue reconstruida al final de la Segunda Guerra Mundial (Bruselas, 1946), y desde 2004 cuenta con un representante oficial en la ONU. Su cuartel general radica en la ciudad francesa de Lyon.

Por estatutos, Interpol es una organización autónoma y políticamente neutra. Prohíbe, en consecuencia “cualquier tipo de relación con crímenes que no afecten a varios países miembros, y ningún tipo de crímenes políticos, militares, religiosos o raciales”.

Sin embargo, durante la guerra que destruyó a Yugoslavia en el decenio pasado, Washington no sólo hizo de la Unión Europea (UE) y la OTAN brazos político-militares del Departamento de Estado y el Pentágono, sino que Interpol se convirtió en una suerte de “Comisión Internacional para la Observancia de la Ley” (CIPOL o UNCLE, por sus siglas en inglés).

¿Alguien recuerda a El agente de CIPOL, famosa serie de televisión de los años 60?

UNCLE era el acrónimo metafórico de “tío” (Sam), y el agente de CIPOL luchaba contra la terrorista TRUSH (o “Jerarquía técnica para remover a los indeseables y la sumisión de la humanidad”, por sus siglas en inglés).

El agente de CIPOL masificó el género de espías-policías pasteurizados del tipo Ronald Kenneth Noble, el actual director mundial de Interpol. En febrero de 1998, como miembro del equipo de seguridad del presidente William Clinton, Noble compareció ante el gran jurado que investigó la conducta íntima del gobernante, declarando que los funcionarios policiales no estaban obligados a revelar… you know, el affaire Monica Lewinsky.

La serie fue popular pero arrojó pérdidas. Y luego, El retorno del agente de CIPOL resultó un fiasco a causa de que el público estadunidense, si bien algo bobo, también se cansó con aquello del “villano de la semana”.

Así las cosas, un día antes de que en Lima tuviese lugar la cumbre UE-América Latina (16-17 de mayo pasados), el agente de CIPOL reapareció en Bogotá. Interpol avaló la autenticidad de la información encontrada en las computadoras atómicas de TRUSH…perdón, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), milagrosamante intactas luego del operativo militar conjunto de Estados Unidos y el ejército colombiano en territorio de Ecuador, a inicios de marzo último.

La cumbre de Lima debía tratar los temas de la pobreza, el cambio climático, la desigualdad norte-sur, el desarrollo sostenible y otros problemas que bloquean las relaciones entre ambos continentes. Ni lerdo ni perezoso, el español Javier Solana, criminal de guerra y jefe de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, develó en qué consistía realmente la tal cumbre.

“El problema de América Latina son las FARC”, dijo el sobrino del insigne escritor Salvador de Madariaga (1886-1978), diplomático gallego que odiaba a Simón Bolívar. Varios de los gobernantes que asistieron al aquelarre sintieron que la opinión de Solana era una advertencia y puesta al día del “¿por qué no te callas?”, dirigido por el rey Juan Carlos al presidente Hugo Chávez en la cumbre de Santiago (noviembre de 2007).

En realidad, la teleserie venía cocinándose desde el 21 y 22 de febrero pasado, cuando la OEA y la Armada de Colombia, agentes del servicio de Guardacostas de Estados Unidos y representantes de Transporte de Canadá organizaron en Buenaventura (puerto del Pacífico), un “simulacro de prevención contra el terrorismo y las armas de destrucción masiva”. Una semana después, tuvo lugar el ataque contra Ecuador.

A mediados de abril, Interpol designó a Colombia como titular y primer país miembro de Ameripol (Comunidad de Policías de América). ¿Y a qué organización cree usted que los directores de policías de 18 países de la “neutra” y “apolítica” Interpol calificó de enemigo “número uno” de América Latina? Exacto: a TRUSH. O sea, a las FARC.

Las cosas no quedaron ahí. Para zafarse de las denuncias de los paramilitares, Uribe decidió extraditar a varios de ellos a Estados Unidos. No obstante, en el curso de la extradición, desapareció el computador del más feroz de ellos, Salvatore Mancuso, quien a diario alimentaba a los medios con más y más denuncias.

El vicepresidente Francisco Santos echó la culpa al director del penal, quien a su vez expresó que Mancuso pidió autorización de sacar su computadora porque “tenía virus”. Carlos Holguín, ministro del Interior, declaró que la computadora había sido enviada “a reparación”. Y el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, aseguró estar “sorprendido” por la desaparición del aparato. Como diría Tres Patines: ¡tremenda corte!

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Informe confidencial
La Interpol en un libreto contra Chávez y Correa



El pasado jueves 15 de mayo la Interpol confirmó que las computadoras en poder del Gobierno colombiano pertenecen a Raúl Reyes y que los documentos no fueron alterados.

La noticia le cayó como anillo al dedo al presidente Álvaro Uribe, quien llegaba a Lima para participar en la V Cumbre de la Unión Europea y América Latina, en la que participaron 45 jefes de Estado.

Excitado como siempre ante la presencia de la prensa internacional, declaró: "Interpol ha dicho de manera contundente que Colombia no alteró los computadores, que la policía procedió con toda transparencia".

Pocas horas antes, el secretario general de la interpol, Ronald Kenneth Noble, brindó una conferencia de prensa en Bogotá, luego de dar la información mencionada en el primer párrafo, aseguró que "el pueblo colombiano debe sentirse orgulloso de su policía, porque actuó de manera honorable y recta, y siguió los principios internacionales en el manejo de la evidencia".

Para los grandes medios de comunicación, al igual que para el Gobierno colombiano, parece ser que la Interpol es un organismo internacional independiente y que el momento de la denuncia fue fortuito.

Manipulan a la opinión pública una vez más -para atender a sus intereses políticos de atacar a los gobiernos de Venezuela y Ecuador, a los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa, y al proceso de integración latinoamericano en general-.

La intervención de Noble en la nación caribeña forma parte de una puesta en escena de una obra escrita y dirigida por uno de los alfiles mejor preparados por Estados Unidos para colaborar en la guerra psicológica desatada contra los gobiernos progresistas de América Latina.

El libretista es el General Oscar Naranjo Trujillo, presente junto a Noble en la citada conferencia de prensa, y director de la Policía Nacional de Colombia.

Esto quedará demostrado a partir de la próxima línea.

El 11 de marzo de este año, 10 días después del ataque al campamento de Raúl Reyes, Noble viaja a Bogotá y firma un acuerdo de asistencia técnica con el gobierno, para analizar las supuestas computadoras de Reyes. En ese entonces Noble declara ante la prensa, que el trabajo de los expertos de la Interpol demorará entre 4 y 6 semanas. Sin embargo el informe se demora 9 semanas y sale a la luz justo durante la jornada en la que Álvaro Uribe puede mostrarlo ante una tribuna internacional.

No discutiremos aquí si los ordenadores que investigó la Interpol, estaban o no en posesión de Raúl Reyes, aunque es pertinente apuntar que durante su último programa radial del día sábado, el presidente Rafael Correa, aseguró que su gobierno tiene información que indica que las computadoras no estaban en el campamento, sino que habían caído en poder de la inteligencia colombiana mucho antes.

Ahora veremos que la Interpol no es un organismo internacional independiente, sino que trabaja de manera hermanada con el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el servicio de inteligencia colombiano.

La Interpol es -como su nombre lo indica- un cuerpo de policía internacional, sus funcionarios son, en la inmensa mayoría de los casos, efectivos de los cuerpos policiales de los 178 países que integran la organización creada en 1923.

En enero de este año, por ejemplo, el entonces presidente del organismo, el surafricano Jackie Selebi, debió renunciar a su cargo por estar sometido a una investigación por un presunto delito de corrupción en su país. El ex presidente de la Interpol era el jefe de la policía de Suráfrica.

Si nos vamos a Colombia, hay agentes de inteligencia que son presentados de manera pública como empleados del DAS-Interpol, uno de los que ha tenido mayor exposición mediática en los últimos meses es Luis Riapira, quien ostenta el cargo de Analista Blanco de Trata de Personas de DAS-Interpol.

No se trata de información clasificada, la agencia española EFE, informó el 6 de marzo pasado que 'El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), representa en Colombia a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).

Funcionarios del DAS-Interpol también lograron capturar en Rusia al mercenario israelí Yair Klein, quien está acusado de diversos crímenes en Colombia. El trabajo en conjunto no solo es permanente, sino que –como ya se ha demostrado- los mismos funcionarios del DAS son quienes conforman la Interpol.

Hay otra información que reconfirma que DAS-Interpol son lo mismo. El mismo 6 de marzo, el diario colombiano El Tiempo publica que el 27 de junio de 2007, la Interpol había dado aviso a las autoridades ecuatorianas sobre la presencia de Raúl Reyes en Sucumbíos, Ecuador.

Sin embargo, en el cable de la Agencia EFE del mismo día se informa que quien dio parte sobre la presencia del líder guerrillero en territorio ecuatoriano fue el DAS y no Interpol, es que simplemente son lo mismo, los agentes del DAS-Interpol (según esta información) habían dado el alerta a sus pares ecuatorianos.

Pese a estas evidencias se da rienda suelta al montaje, el presidente Uribe pide la colaboración de Interpol, los medios lo reseñan, como si se estuviese rogando por los servicios de una entidad independiente.

Noble llega en marzo a Bogotá y el 11 de marzo firma ante toda la prensa el acuerdo, están presentes María del Pilar Hurtado, directora del DAS, y el citado director de la Policía, Oscar Naranjo.

Ahora nos centraremos en Naranjo, el libretista, pues no sólo estuvo presente en las escenificaciones del 11 de marzo y 15 de mayo.

Durante la crisis desatada por el ataque al campamento de las FARC el sábado 1 de marzo, Naranjo asume un papel protagónico. El lunes siguiente, cuando habían transcurrido 60 horas del ataque, Naranjo da un discurso televisado ante Colombia y el mundo, en el que denuncia que el presidente Chávez había financiado con 300 millones de dólares a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y que además había vendido a esta fuerza insurgente 50 kilógramos de uranio que probablemente servirían para la producción de "armas sucias de destrucción" (sic).

La reacción del gobierno venezolano es inmediata y pocas horas después, su ministro de Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, denuncia que en los archivos de una computadora incautada al narcotraficante colombiano Wilber Varela, alias Jabón, se establecían nexos entre el citado narcotraficante y el general Oscar Naranjo.

Según la denuncia realizada por Rodríguez Chacín, Naranjo era el protector de Varela, quien apareció muerto junto a su escolta en una habitación de un hotel campestre en las afueras de la ciudad de Mérida, el 30 de enero de 2008. El ministro venezolano detalló que Jabón fue asesinado por temor a que fuera capturado por autoridades venezolanas.
(Para la interpretación de esta información ver puntos 1 y 2 de Análisis, hipótesis y conclusiones)


Oscar Naranjo, el libretista


Esta es su historia
La imagen recorrió el mundo. La tarde del 2 de diciembre de 1993, el narcotraficante más famoso y buscado del planeta, Pablo Escobar, caía abatido por las fuerzas del orden colombianas, mientras intentaba huir por los techos de una casa en el barrio Los Olivos, de Medellín.

Esa misma noche, el entonces mayor de la policía Oscar Naranjo se sintió realizado, gracias al sofisticado sistema de inteligencia electrónica dotado de complejos mecanismos de localización satelital -que él se había encargado de montar para los servicios de inteligencia de su país- el capo narco pudo ser dado de baja. Tras los festejos y las sonrisas prodigadas entre sus camaradas, regresó a casa con la satisfacción del deber cumplido, su esposa Claudia lo esperó para darle la última felicitación.

Pero Naranjo no había actuado solo, sus compañeros de labores en la misión Escobar fueron sus camaradas de armas, el cartel de Cali enemistado con el capo narco, la agrupación narco-paramilitar 'Los Pepes', la CIA estadounidense y una de sus tantas dependencias infiltradas profusamente, la DEA.

Los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar) eran una organización criminal a la que se la responsabiliza por el asesinato de centenares de personas entre quienes se encontraban familiares, abogados y aliados de Escobar. Contaban con el patrocinio de todas las organizaciones anteriormente mencionadas y estaban dirigidas militarmente por los hermanos Carlos y Fidel Castaño.

Según reveló el diario Nuevo Herald el 16 de diciembre de 2000, varios miembros de este grupo mafioso tenían una relación fluida con el agente Javier Peña del organismo antinarcóticos del gobierno estadounidense (DEA). Peña cumplía con una importante responsabilidad para el normal desenvolvimiento de Los Pepes, servía de enlace con el Bloque de Búsqueda de la Policía Nacional encargado oficialmente de la persecución de Escobar.

Un testimonio anónimo de un ex integrante de Los Pepes devela la relación entre esta organización y los organismos estadounidenses:

"Los americanos se tapaban los ojos para no ver lo que Los Pepes hacían, pero ellos sabían perfectamente lo que hacían"

Las buenas relaciones del agente Peña con este grupo mafioso, no le ocasionaros mayores contratiempos, en los primeros años de nuestro siglo, se transformó en el subdirector de la DEA en Colombia.

Durante los años más calientes en los que la captura o muerte de Pablo Escobar era un asunto de estado en Colombia, el Bloque de Búsqueda de la Policía Nacional en Medellín funcionaba en la escuela Carlos Holguín, Naranjo trabajaba allí, era el jefe del grupo de evaluación y análisis del citado Bloque.

Según el relato de uno de los abogados del capo narco, en ese lugar se presentaban con asiduidad Fidel y Carlos Castaño junto a varios de sus principales secuaces de Los Pepes.

Esto fue admitido años después por el mencionado agente Peña, quien aseguró que Fidel Castaño, llegó a dirigir redadas al mando de tropas del Bloque de Búsqueda.

Los hermanos Castaño ostentan el dudoso honor de ser los fundadores de la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización paramilitar de ultraderecha responsable de masacrar y violar sistemáticamente los Derechos Humanos de miles de ciudadanos, también de proteger algunas redes del narcotráfico.

El ex director de la DEA en Colombia, Joe Tofts, también denunció que los Pepes estaban al mando de muchos operativos de la Policía Colombiana. Tofts renunció 3 meses después del asesinato de Pablo Escobar, lo hizo en protesta por los crecientes vínculos entre narcotraficantes y el gobierno colombiano.

A finales de 2004, Thomas Kent, abogado del Departamento de Justicia de Estados Unidos, escribió un memorando en el que denunció que agentes de la DEA en Colombia, ayudaron a narcotraficantes, participaron en lavado de dinero y conspiraron para asesinar informantes.

El ex agente Baruch Vega, amplió la denuncia de Kent. Según Vega, a mediados de los 90 existía una organización denominada 'Cartel del Diablo' encargada de proteger sus negocios en el narcotráfico y neutralizar a otras organizaciones rivales. Entre los principales rivales de este grupo estaba el Cartel de Cali.

El Cartel del Diablo era una alianza entre narcotraficantes del Cartel del Norte del Valle (que finalmente eclipsó al Cartel de Cali) y miembros activos de la Policía Nacional (Naranjo). La protección de este grupo la garantizaba Carlos Castaño, el ya mencionado líder las Autodefensa Unidas de Colombia.

El órgano de inteligencia del Cartel del Diablo, sostuvo Vega, estaba compuesto por agentes federales corruptos de la DEA y la Aduana.

Existen más denuncias que evidencian actividades delictivas realizadas en conjunto entre la CIA, la DEA y las autoridades policiales colombianas.

Un informe de Amnistía Internacional relaciona a Fidel Castaño con agentes de la CIA y la DEA, con la marina y con el ejército de Estados Unidos. Como ya se ha dicho, todos ellos junto al general Naranjo trabajaron en conjunto para apoyar acciones contra Pablo Escobar.

La presencia de agentes de la CIA en Colombia recibió mucho impulso en ese entonces, fue autorizada en secreto por el presidente George H. Bush con el nombre de operación 'Heavy Shadow' (sombra pesada).

El 9 de diciembre de 2000, el diario La Jornada de México publicó una editorial, cuyo título y algunos de sus párrafos decían lo siguiente:

"Se confirma la financiación y apoyo de EE.UU. a grupos paramilitares colombianos"

"Los hechos sucedieron hace ocho años en las operaciones militares encaminadas a la búsqueda y eliminación del narcotraficante Pablo Escobar. Los operativos duraron quince meses, comenzaron bajo la administración Bush y continuaron bajo la de Clinton. Fueron dirigidas por el ex embajador de Estados Unidos en Colombia y participaron agentes de la CIA, el FBI, la DEA y la Agencia Nacional de Seguridad. Todos ellos ayudaron a la creación de una unidad especializada de la policía colombiana denominada Bloque de Búsqueda. La eliminación de Escobar no sólo no contribuyó a detener el flujo de cocaína a Estados Unidos sino que desencadenó la creación de supercárteles de la droga integrados por narcotraficantes y paramilitares."

Según lo que se desprende de estas informaciones, los resultados de las alianzas nacidas durante la búsqueda de Pablo Escobar se establecen entre los siguientes actores, CIA, DEA, la Policía Nacional de Naranjo y algunos grupos narcoparamilitares como las Autodefensas Unidas de los famosos hermanos Castaño.

Si a alguien le quedan dudas sobre el papel de la CIA en todo este entramado, de manera adicional a la operación 'sombra pesada' ordenada por Bush padre, es de utilidad citar al escritor y periodista Douglas Valentine, quien destapó los vínculos de la CIA con la DEA, el escritor publicó que en 1977, alrededor de 125 agentes de la CIA estaban infiltrados en todos los niveles de organización de la DEA, especialmente en unidades de inteligencia. Sus labores eran diversas –intercambios de armas en el mercado negro, negociaciones con terroristas, asesinatos políticos-.

La descripción del periodista Valentine, coincide con las actividades que realizaba el agente Peña.

Algunos años después, en 1993, Robert Bonner renunció a un puesto de jefatura en la DEA, entonces reveló que en 1990, la CIA había embarcado una tonelada de cocaína pura a Miami desde su almacén de Centro Contranarcótico en Venezuela.

(Para la interpretación de esta información remitirse al punto 3 de Análisis, hipótesis y conclusiones)

Jabón y otros hechos


Wilmer Varela, alias Jabón, era durante los '90, uno de los cabecillas del Cartel del Norte del Valle, que fue la organización criminal que se impuso al desarticulado Cartel de Cali. En el currículo oficial del general Naranjo, figuran impresionantes logros en la lucha contra los carteles, desarticuló el de Cali y el de la Costa, acabó con la dinastía de los Rodríguez Orejuela y capturó a más de 300 miembros de organizaciones de la mafia, 150 de ellos solicitados en extradición.

Sin embargo, como lo mencionara el ministro Rodríguez Chacín, no todo es color de rosa -como lo suelen presentar los medios colombianos-.

Según una fuente muy cercana al palacio de Nariño, en Cali o Medellín, son vox populi los lazos del General Oscar Naranjo con el oscuro mundo del narcotráfico, pero no solamente como cazador de narcos, sino también como protector de Jabón. Esta versión viene a reforzar la denuncia hecha por el ministro venezolano Rodríguez Chacín.

El 22 de mayo de 2006, un grupo de elite de la Dijin -la policía judicial colombiana- fue masacrado en las inmediaciones de la finca La Margarita en la localidad de Jamundí, cerca de Cali. Estos oficiales entrenados por la DEA en Estados Unidos, se dirigían a buscar un supuesto depósito clandestino con 200 kilogramos de cocaína, explosivos, dinero y armas.

La Margarita era propiedad de Fabio Ochoa, patriarca del afamado clan de los narcotraficantes 'Ochoa', Fabio es primo hermano de Laura Vélez, la madre de Álvaro Uribe Vélez.

Al cotejar las versiones de lo ocurrido, la hipótesis más acabada indica que el cuerpo de elite policial iba detrás de un botín muy grande que pertenecía al narcotraficante Diego Montoya, alias 'Don Diego', quien recibía protección de los cuerpos del ejército colombiano desplegados en la zona. El cuerpo de elite policial fue masacrado por un contingente de 28 militares al mando del coronel Byron José Carvajal.

Esta operación se produjo en medio de una feroz guerra de clanes entre los aliados de 'Don Diego' y quienes se enrolaban con Wilmer Varela o Jabón.

El escándalo sacudió al entonces director de la Dijin, quien tuvo que dar explicaciones acerca de porqué había enviado al grupo de elite a realizar esta operación sin ninguna orden oficial. Lo natural es concluir que esta fue una disputa de poder entre los aparatos militares de Don Diego y Jabón. El director de la Dijin era Oscar Naranjo, y a la Duijin pertenecía el grupo de elite policial, presunto aparato militar al servicio de Jabón.

Tras esta masacre, que por supuesto alcanzó dimensión nacional, Jabón tuvo que "desaparecer", sus contactos lo llevaron hacia territorio venezolano, donde fue acogido por agentes encubiertos de la DEA, por un tiempo logró invisibilizarse pero en enero, cuando las autoridades venezolanas le seguían la pista, apareció muerto en un hotel campestre.

La misma fuente cercana al gobierno colombiano ofrece la misma versión que el ministro Rodríguez Chacín, Jabón estuvo protegido por las aceitadas redes de inteligencia de Naranjo.

En 2004, dos fiscales vincularon al general Oscar Naranjo con Jabón. Los fiscales fueron despedidos, denunciaban que el general Naranjo le brindaba protección al narco.

Adicionalmente, el ministro venezolano denunció lazos de consanguineidad entre Jabón y Naranjo, hay más de una versión acerca de cuáles serían estos lazos, algunos indican que son primos, y otros aseguran que son cuñados.

Lamentablemente, este no es el único familiar de Naranjo que se ha visto involucrado en escándalos relacionados al mundo de las drogas, el hermano del general, Juan David, fue capturado el 27 de abril de 2006 en Colonia, Alemania, cuando se disponía a comercializar 35 kilogramos de cocaína.

La Fiscalía del Estado Federado de Baden Würtenberg, lo acusó de narcotráfico en calidad de miembro activo de una banda internacional de tráfico de cocaína que llevaba droga desde Colombia hacia Europa. Juan David cumple su condena en una cárcel alemana.

El general Naranjo asumió la detención de su hermano y ofreció una conferencia de prensa en la que aseguró que no tenía ningún conocimiento acerca de la actuación de Juan David.

Recordamos que en Colombia no hay nadie bien informado que no señale a Naranjo como un hombre cercano a los servicios de inteligencia estadounidenses. "Es un hombre de la DEA" es lo más escuchado. Según la revista Semana, Naranjo cuenta con el respaldo incondicional de las principales agencias antinarcóticos (DEA) y de inteligencia de Estados Unidos (CIA).

Esto sin duda, ayuda a entender el siguiente hecho curioso que Radio Caracol publicó de la siguiente manera el 14 de mayo de 2007:

"El nombramiento del general Oscar Naranjo Trujillo en la Dirección General de la Policía Nacional trae consigo la salida de todos los oficiales que hacen parte del mando institucional y que tienen mayor antigüedad a la del nuevo director. Bajo esta circunstancia son 9 generales los que deberán pedir su retiro porque en las fuerzas armadas el comandante debe ser el oficial de mayor tiempo de servicio".

"Es considerado (Naranjo) el miembro de la Policía que tiene las mejores relaciones con agencias de seguridad norteamericanas como la DEA, ICE e Interpol. Medio centenar de condecoraciones y distintivos en la hoja de vida del general Naranjo dan cuenta del desempeño del nuevo director de la Policía Nacional."

Hay información adicional que ayuda a entender el ascenso de Naranjo a director de la Policía Nacional. El domingo 13 de mayo de 2007 fue una de las jornadas más estresantes en la carrera del libretista Naranjo.

La revista Semana había publicado una nota en la que develaba escuchas telefónicas que demostraban que paramilitares ordenaban crímenes y organizaban tráfico de drogas desde la cárcel de máxima seguridad de Itagüí. Todo hacía indicar que el principal responsable de este desliz era el general Naranjo –recordemos entonces jefe de la Policía Judicial-, el mayor especialista en intercepciones telefónicas.

La carrera de Naranjo estaba en discusión y su cabeza estuvo a punto de rodar. Sin embargo algo ocurrió, y tras una reunión de casi 4 horas, en la madrugada del lunes 14 de mayo, Oscar Naranjo se dio un apretón de manos con el presidente Álvaro Uribe y con el Ministro de Defensa Juan Manuel Santos, los tres sonrieron como camaradas, Naranjo era el nuevo jefe de la Policía Nacional.

Para posibilitar su escalada al puesto, hay que destacarlo, Uribe debió destituir a 12 generales (no a 9) que tenían prioridad en el escalafón, un hecho inédito en la historia colombiana.

(Para la interpretación de esta información ver puntos 4 y 5 de Análisis, hipótesis y conclusiones)

Análisis, hipótesis, y conclusiones

1- Como ha quedado evidenciado, la solicitud de colaboración a la Interpol por parte del gobierno colombiano y el intento de presentar a esta entidad como independiente es una simple burla a la inteligencia.

Vimos que el DAS conforma la Interpol Colombia, ellos habían advertido sobre la presencia de Reyes en Ecuador 9 meses antes. Esto remarca que los agentes de Interpol obvia y naturalmente realizan tareas de inteligencia y que sus agentes son los agentes de la inteligencia colombiana, entonces por obvia deducción, no son independientes.

2- ¿Por qué se eligió el momento que se eligió para atacar el campamento de Raúl Reyes, si como afirman estos organismos de inteligencia, ya se conocía su ubicación con tanta anterioridad?

Tal vez Uribe eligió ese 1 de marzo porque era inminente la liberación de Ingrid Betancourt, quien en libertad puede transformarse en una potente amenaza para la hegemonía uribista en Colombia.

Esta es solo una hipótesis, pero lo que sí es un hecho incontrastable es que si existiera en el presidente colombiano, una voluntad real de conseguir la liberación de Ingrid Betancourt, no hubiese ordenado el bombardeo al campamento del principal negociador, a pocas horas de una reunión clave entre el citado Reyes y dos negociadores enviados por el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

Uribe pudo haber esperado la liberación de Betancourt y atacar el campamento guerrillero después, hacía 9 meses que conocía su ubicación. En cambio ordenó asesinar al negociador.

Esto ayuda a explicar por qué el gobierno francés, de orientación derechista, insiste en defender la intermediación del gobierno venezolano. Sarkozy es de derecha pero no estúpido, sabe que Chávez es un negociador y Uribe un exterminador.

3- Lo que se desprende del análisis del Currículum no oficial del libretista.

Naranjo es el sabueso más destacado en las operaciones de inteligencia que dan con el paradero de Escobar. En esta época traba relación con los agentes de la CIA enviados por Bush, con los hermanos Castaño y con el agente Peña (DEA y probablemente CIA). Su labor lo lleva a la identificación del entorno de Escobar, parte de esta información producida en el Bloque de Búsqueda la utilizan los Pepes para asesinar a dicho entorno. Esta relación no es obra de afiebrados columnistas al servicio del comunismo. Un subdirector de la DEA (Javier Peña) admite que Fidel Castaño (líder paramilitar) llegó a dirigir redadas al mando de tropas del Bloque de Búsqueda.

No es el único, por esta alianza entre organismos internacionales, las fuerzas legales colombianas y los narcoparamilitares, Joe Tofts director de la DEA en Colombia renuncia 3 meses después del asesinato de Escobar.

Durante los noventa y hasta el año 2007, el Cartel del Norte del Valle se transformó en una organización que llegó a distribuir ente el 30 y el 50 por ciento de la cocaína que se consume en el mundo.

Carlos Castaño pasó de Pepe a líder de las AUC, dejó de perseguir a colaboradores de Escobar para dedicarse a limpiar el camino del Cartel del Norte del Valle, para eso siguieron asesinando a rivales de otros carteles. El crecimiento y hegemonía del Cartel del Norte del Valle se entiende por la alianza entre algunos sectores de la Policía Nacional (Naranjo), los organismos estadounidenses (DEA - CIA), los líderes del cartel, entre ellos Jabón, y las AUC de Castaño.

Los mismos elementos que se conocieron y aliaron para destruir a Escobar, siguieron trabajando en conjunto para ganar dinero. Naranjo contó siempre con el respaldo irrestricto de la DEA-CIA, quien llegó a fungir como subdirector de la DEA era el agente Peña, el mismo que en la época del Bloque de Búsqueda operaba como enlace entre los Pepes y la Policía, y por lo que vimos, todos ellos habían establecido una estrecha relación con Carlos Castaño cuando este visitaba las instalaciones del Bloque de Búsqueda en la época de Escobar.

Pese a estos antecedentes que los ligan de manera directa con narcoparamilitares asesinatos y demas fechorías, Naranjo siguió siendo el principal aliado de la inteligencia estadounidense y Peña continuó escalando posiciones en la organización que supuestamente debía luchar contra el narcotrafico (DEA). Insistimos en que no es una mera interpretación, en protesta po estas relaciones turbias -repetimos una vez más-, un antiguo responsable de la DEA abandonó su cargo.

La denuncia de Thomas Kent, abogado del Departamento de Justicia de Estados Unidos refuerza esta hipótesis, en 2004 acusó a agentes de la DEA en Colombia de ayudar a narcotraficantes, participar en lavado de dinero y conspirar para asesinar informantes.

El ex jefe de la DEA, Robert Bonner, señaló que la CIA embarcó desde Venezuela, una tonelada de cocaína hacia Miami, otro alto responsable de la DEA renuncia en protesta por los vínculos entre narcotraficantes y el estado colombiano.

4- Este es el marco de referencia del libretista Naranjo, destacado agente de inteligencia, especialista en desbaratar redes de narcotráfico ajenas a sus intereses, pariente y protector de uno de los capos del Cartel del Norte del Valle, y niño mimado de la inteligencia estadounidense desde su etapa del Bloque de Búsqueda.

Con estos antecedentes, creerle que desconocía las actividades de su hermano como integrante de una red de narcotráfico internacional resulta bien difícil, más bien todos los indicios nos llevan a creer que probablemente, la banda de Juan David Naranjo era un apéndice del Cartel del Norte del Valle, que protegía con información y con sus vínculos con el narco-paramilitar-terrorismo a la organización de su hermano, o cuanto menos que hacía la vista gorda a sus actividades.

Hay que resaltar que esta última es otra hipótesis, basada en un análisis del entorno y no en pruebas o testimonios fehacientes.

5- La masacre de Jamundí también compromete seriamente a Naranjo, ya que no se encuentra justificación a que un cuerpo de elite entrenado y financiado por la DEA actúe llevando adelante importantes operativos de manera clandestina, sin una orden formal de sus responsables, fortalece una vez más la hipótesis de que este grupo de la policía judicial, al mando de Naranjo e intimamente ligada al organismo antidroga estadounidense, estaba al servicio del narcotrafico y más precisamente a su protegido y consaguineo Jabón, y no al de la ley.

6- Fueron los griegos quienes destacaron que la verdad es la primera víctima de la guerra.

Hay que tener en cuenta que prácticamente desde el nacimiento de Estados Unidos como nación, cualquier gobierno que se oponga a sus intereses de dominación pasa a convertirse automáticamente en blanco de una guerra, que puede ser económica, política, militar, psicológica o una mezcla de todas ellas.

Todas las fuentes consultadas y los medios que día a día en Colombia sustentan el proyecto político de Álvaro Uribe, coinciden en señalar que el General Oscar Naranjo es 'el hombre' de la inteligencia estadounidense en el país caribeño.

En este marco de guerra ya mencionada contra Venezuela, Ecuador y los procesos de emancipación latinoamericanos, Naranjo asume fielmente su papel de agente al servicio de la potencia dominante, tanto que está dispuesto a demostrar su sumisión jugándose el todo por el todo.

Sin ruborizarse denuncia ante el mundo al presidente de Venezuela como proveedor de uranio a las FARC, de esta manera rinde culto al milenario proverbio griego intentando sembrar –contra Chávez- la misma matriz de opinión que sirvió para lanzar la invasión a Irak.

Días más tarde invita a sus declarados amigos de la Interpol a investigar las supuestas computadoras de Reyes, y tanto en la firma del convenio, como en la entrega de resultados, monta una operación de prensa digna de destacar para hacer más atrapante el show. Es una combinación interesante del brillante y experimentado agente de inteligencia actual, con aquel joven estudiante de comunicación social que supo ser.

Sin embargo, el libretista Naranjo, como ya hemos visto, debe muchas explicaciones a la sociedad colombiana -y desde el momento en el que lanza acusaciones abiertas contra el primer mandatario de otra nación, también a la comunidad internacional.-

Observaciones finales
Cuando se analizan los antecedentes de la clase política que ejerce el poder hoy en Colombia, realmente cuesta creer que toda la información sea verídica. Uno mismo se sorprende y puede llegar a pensar que son exageradas todas las informaciones que aparecen y que se van verificando entre distintas fuentes.

Hace pocos meses, en un lujoso hotel de una capital latinoamericana, coincidí en un encuentro internacional con un ex presidente colombiano, me acerqué a saludarlo y luego de presentarme le pregunté cómo veía la situación en Colombia. Para mí sorpresa -pues no se trata de ninguna personalidad a la que podamos ligar a la izquierda de nuestro continente- lo primero que me mencionó (luego de decirme que estaba complicado), era que el presidente (Uribe) y sus principales colaboradores eran parte del narcotráfico y el paramilitarismo. Tratando de bajarle el tono, le pregunté si eran tan ciertas todas esas denuncias y me dijo "Claro, no viste que su principal asesor José Obdulio Gaviria, es el primo hermano de Pablo Escobar Gaviria".

Según distintas fuentes, Álvaro Uribe, su primo William Vélez y José Obdulio Gaviria formaron parte del círculo de colaboradores más cercano de Pablo Escobar Gaviria.

En el escándalo de la parapolítica en Colombia, hay 67 congresistas investigados por sus vínculos con los paramilitares, 31 están en la cárcel. Recientemente las acusaciones de la fiscalía alcanzaron a Mario Uribe, ex senador, primo y uno de los principales aliados del presidente colombiano.

Líderes paramilitares también declararon tener nexos con Francisco Santos, vicepresidente de la República, y con su primo Juan Manuel Santos, el Ministro de Defensa de Uribe.

El 19 de febrero de 2007, también debió anunciar su renuncia la entonces canciller María Consuelo Araujo, su hermano Álvaro Araujo Castro, fue acusado por la justicia colombiana por sus vínculos con el paramilitarismo.

Estos son los aliados que Estados Unidos ha elegido para llevar adelante su lucha contra la integración y la emancipación latinoamericana. Hoy son los narco paramilitares, como ayer fueron los militares genocidas.

Mañana dejarán de servirles, por eso tanto Naranjo como Uribe y los Santos no deberían confiarse. Estados Unidos les soltará la mano cuando la mafia que componen ya no sea funcional a sus intereses, así lo hicieron con Pinochet, Videla y cia, Stroessner, Somoza, el Sha o Saddam Hussein.

Entre tanto habrá que estar atentos y esperando las próximas fábulas del libretista Naranjo, los hechos demuestran que su brillante capacidad junto al aparato reproductor y multiplicador mediático causan un importante impacto en grandes sectores de la opinión pública. Pero no todas son a su favor, su alineamieno con los sectores más retrogrados de la inteligencia estadounidense, su falta de escrúpulos y límites a la hora de defender los intereses de su amo, pueden llevarlo al ridículo como en el caso del uranio.

Por otro lado, sus turbulentas relaciones con el narco para militarismo lo llevarán tarde o temprano al banquillo de los acusados y a su ocaso político y mediático.

No debe sorprendernos, si los próximos años encuentren al libretista Naranjo en un silencioso exilio miamero.


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