Montag, 12. Mai 2008

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Chavez le pidio pruebas de sus acusaciones

“Creo que Uribe quiere una guerra”

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Hugo Chávez acusó ayer a su par colombiano, Alvaro Uribe, de querer iniciar una guerra con Venezuela a pedido de la Casa Blanca. “Creo que Uribe quiere una guerra, porque está jugando el juego que le mandan desde Estados Unidos y Bush está desesperado porque acaba su mandato y se va directo a las letrinas de la Historia”, consideró Chávez. “Trata de justificar la intervención de Estados Unidos, es capaz de cualquier cosa”, añadió. El presidente venezolano hizo las encendidas declaraciones luego de que el viernes pasado el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, dijera que el dirigente de las FARC Iván Márquez estaba en Venezuela, sugiriendo el apoyo de Caracas a la guerrilla.

Ayer, Chávez volvió a sacudir a su homólogo de Bogotá por entender que Uribe está utilizando la presunta computadora del abatido subjefe de las FARC, Raúl Reyes, para provocar una guerra contra su país. Desde que el jefe de la guerrilla fue asesinado en marzo por Bogotá en un campamento en suelo ecuatoriano, el gobierno de Colombia denunció en reiteradas ocasiones tanto a Venezuela como a Ecuador por sostener presuntos vínculos con las FARC.

“Estoy hablando del gobierno de Colombia, es la rancia oligarquía de la extrema derecha que gobierna Colombia, es la realidad, una extrema derecha paramilitar, una extrema derecha narcopolítica, comprometida con el narcotráfico y el paramilitarismo”, manifestó Chávez enfurecido. El presidente venezolano dijo también que Estados Unidos está buscando una “excusa” para quitarlo del gobierno. “Quieren matarme o hacer como en Panamá, que lo invadieron una madrugada, mataron a millones para llevarse al presidente, el general Manuel Noriega, acusándolo de narcotráfico sin pruebas y se lo llevaron preso”, dijo.

Chávez señaló que son una “ridiculez” las presuntas pruebas de su apoyo a las FARC. “No sean ridículos. Al gobierno de Colombia lo reto a que presente una sola prueba”, destacó. Un semanario colombiano difundió ayer mensajes de correo electrónico intercambiados presuntamente por las FARC acerca de su supuesta relación con el gobierno de Venezuela, un día después de que el canciller venezolano, Nicolás Maduro, amenazara con denunciar internacionalmente esa clase de denuncias.

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La prueba es Montería II

Por: Iván Cepeda Castro
HACE UNA SEMANA ESCRIBÍ UN ARTÍCULO en el que expuse una serie de hechos que se han presentado en Montería. No lo hice acusando a la ciudad ni a todos sus habitantes de ser criminales. Me merecen mucho respeto y admiración los ciudadanos honestos que en Córdoba han soportado el régimen de violencia y corrupción que ha querido ser impuesto.

Simplemente señalé un hecho notorio: en un espacio social como ese era imposible desconocer la realidad del surgimiento y consolidación de un poder criminal, dejar de ver los miles de desplazados, despojados de sus tierras a orillas del río Sinú, y no saber que se cometieron masivas desapariciones forzadas que llevaron a muchas personas a fosas comunes. Tampoco desconocer la identidad de quienes ordenaban perpetrar esas atrocidades, pues ellos han habitado en el corazón de la ciudad, y tienen grandes propiedades y negocios que todo el mundo sabe que les pertenecen.

En un informe elaborado en junio de 2007 por la Organización Internacional del Trabajo, haciendo referencia a la situación de la Universidad de Córdoba, se afirma: “En cuanto a las alegadas presiones y amenazas sobre el Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados Universitarios de Colombia, por parte del rector de la Universidad de Córdoba y jefes paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (…) el Comité condena la existencia y actuación de las organizaciones paramilitares que declaran objetivo militar a los sindicalistas en violación de los derechos humanos y los principios de la libertad sindical.

El Comité recuerda al Gobierno su responsabilidad en la erradicación de tales grupos”. En el discurso que pronunció en Montería el 6 de mayo de 2008, el presidente Álvaro Uribe dijo: “El balance que nosotros tenemos durante nuestra administración es de un gran mejoramiento de la Universidad de Córdoba. (…) Yo tengo que apoyar al rector”. El jefe paramilitar Salvatore Mancuso reconoció ante un fiscal de la Unidad de Justicia y Paz, que un grupo bajo su mando controla la Universidad de Córdoba, y que los directivos y el rector de esa institución fueron nombrados en sus cargos por él.

El presidente Álvaro Uribe respalda al rector Claudio Sánchez Parra y avala su administración. O en otras palabras, el presidente Uribe respalda a un funcionario que designaron los paramilitares. Esa es la realidad llana y simple. Y por decir cosas como éstas he sido objeto de la ira y los agravios del mandatario. Del Presidente de la República no espero ni simpatía ni beneplácito. Pero sí que al menos haga un debate público con altura y dignidad.

Ni las calumnias ni las amenazas, veladas o explicitas, me harán desistir de los esfuerzos por acompañar a quienes buscan la verdad y la justicia en Córdoba. Invito a todas las personas que tengan información sobre los miles de crímenes que han sido perpetrados en ese departamento, sobre la ubicación de fosas comunes, sobre las tierras que han sido robadas y fraudulentamente legalizadas, sobre la identidad de los autores materiales e intelectuales de esos delitos, a que me envíen sus testimonios y a que los hagamos llegar ante los órganos judiciales, de investigación y de control. También invito a todos los compatriotas que residen en el exterior a que emprendamos una activa campaña de solidaridad con los empleados, profesores y estudiantes de la Universidad de Córdoba, por su derecho a la libertad y a la democracia. Esa es mi respuesta al presidente Uribe.