Sonntag, 6. Juli 2008

Notas de aquí y de allá.

Ingrid Betancourt: ¿«ingratitud» e intereses de Estado?



Sólo se necesitó que la señora Ingrid Betancourt tuviera el micrófono ante ella para que empezara a desplegar halagos al presidente colombiano, al ministro de Defensa y a las Fuerzas Armadas. Eso fue a los pocos minutos de haber bajado del avión y ser presentada ante los periodistas, junto a los once policías y militares colombianos, así como los tres militares estadounidenses mercenarios (léase bien: militares mercenarios estadounidenses). Desde ese momento no se ha detenido en expresar lindas palabras hacia estos que, en la historia colombiana, más han llenado de sangre campos y calles de Colombia.

Como parece que se le han olvidado algunos “detallitos”, es bueno recordárselos con otros “detallitos”.

- « En mi vida solo he podido odiar a una persona: al presidente Uribe Vélez »

- « Uribe solo ha querido humillarme, aprovechándose de mi dolor como madre. »

- « Si mi hija aún no está libre es por culpa de Uribe. «

- « Me he opuesto a que los hijos de Ingrid vivan en Colombia por temor a que Uribe, su ejército o sus paramilitares les hagan daño. »

- « Nunca he hablado mal de las FARC porque entiendo su lucha. »

Estas son algunas de las tantas frases que me expresó la madre de Ingrid Betancourt, Yolanda Pulecio, en Caracas, en abril último. No puedo negar que después de los varios diálogos que sostuvimos llegué a admirarla. Como igual me sucedió en París con Astrid, su otra hija. Ambas, aunque burguesas, han tenido un análisis sobre la situación política colombiana más objetivo que los realizados por ciertos dirigentes que se dicen de izquierda.

Y que conste: la mayoría de cosas que me expresaron no sólo han sido para mi exclusividad. Las han dicho ante los medios de información más importantes del planeta. En ocasiones no se ahorraron palabras para señalar el carácter narco-paramilitar del Estado colombiano. «Quizás por ello -me confió una fuente del alto gobierno francés a comienzos de este año- ya no se las entrevista como antes. Son muy anti-Uribe. Ya parecen pro-FARC. »

Cierto ha sido. La atención de los medios de información en Francia pasó a enfocarse casi que exclusivamente en los dos muy jóvenes hijos de Ingrid, para nada politizados, alejados de la realidad colombiana, influidos por su padre, un diplomático francés sarkozista. El mismo que se convirtiera, para sorpresa de muchos, casi en portavoz del presidente Uribe durante su última visita a Paris este año.

El 12 de abril, en Caracas, Yolanda dijo, textualmente, en presencia del presidente Chávez, casi un centenar de personas que asistíamos al Encuentro de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, y muchos medios de prensa:

« Señor Presidente, para mí pues es un gran honor que usted me oiga aquí [...] y aprovechar esta oportunidad para agradecerle desde el fondo de mi alma todo lo que usted ha hecho por todos los secuestrados y lo que ha hecho por mi hija.

“Entonces yo ya no sé qué más hacer [...] yo me siento en primer lugar confiada en todo lo que usted hace, y me siento mucho más segura aquí que en Colombia.

“Como usted sabe yo he tenido que sufrir todas las mentiras, todos los engaños en estos seis años en que nos han engañado permanentemente, he tenido que sufrir naturalmente el hecho de que no hay una prensa verdadera. Esta mañana cuando oía yo, que tenemos que recobrar la verdad de los medios, que se diga la verdad en los medios, y que tenemos que ser vigilantes todos, eso me llegó al alma. Porque es que en Colombia yo no leo sino mentiras, yo leo las páginas y digo: “Esto no es cierto, esto no es cierto, esto no es cierto”.

“Inclusive las encuestas que hacen, Presidente, y el pueblo está engañado. Pero, bueno, yo no me quiero meter en cosas políticas [...] pero sí quiero, Presidente, de nuevo agradecerle infinitamente lo que usted ha hecho y lo que pueda hacer por mi hija y por todos los que están allá secuestrados.

“A todos ustedes les pido su solidaridad, esto no se lo deseo a nadie, he vivido un calvario, pero ha vivido peor mi hija ese calvario, entramos para siete años. Les agradezco mucho lo que ustedes también puedan ayudarnos, apoyándonos en este momento, que para mí es realmente Presidente, usted sabe, muy duro. Muchas gracias.”

Puedo asegurarles que se me atragantó la garganta viéndola y escuchándola. No fui el único. Observé que algunas y algunos de los presentes se secaron los ojos.

Dentro del mismo evento, el presidente Chávez contó que cuando el presidente Uribe le prohibió seguir mediando en la liberación de los rehenes, pues estaba logrando todo a pasos agigantados:

“[...] después de ese duro golpe al acuerdo, al canje, se retomó por otra vía. Y a pesar de que ya era sin la aprobación del gobierno de Colombia empezó a funcionar, lográndose las primeras liberaciones: Clara, Consuelo, y la aparición del niño Emmanuel […]

“Luego se dio una segunda liberación. Y estábamos trabajando la tercera. Para esa tercera, y esto sólo lo digo ahora, porque ya ocurrió lo que ocurrió [...] un poco para movernos tácticamente, o estratégicamente, le pedí a Rafael Correa que la fuéramos orientando por Ecuador para no seguir el mismo camino, pues nos andaban cazando. ¿Lo sabían? Los gringos están en Colombia, y tienen cualquier cantidad de recursos tecnológicos que uno ni se imagina: aviones inteligentes, invisibles, bombas inteligentes, etc. [...]

“Estábamos trabajando [con la dirigencia de las FARC] el tema de liberación del tercer grupo. Y en ese tercer grupo habíamos pedido que viniera Ingrid Betancourt [...]

“Y esa fue la razón principal para que Raúl Reyes se moviera hacia Ecuador, así como se movió Iván Márquez para acá. E incluso, como se ha dicho también, el gobierno francés estaba al tanto de esa intención y tenía una comisión orientada por el Ecuador hacia esa región de colombiana.

“Lamentablemente nos cazaron. Cazaron alguna llamada telefónica. Por ahí dice alguien que fue por una llamada que le hice a Raúl Reyes. Mentiras, pero cada cual es libre de inventar cualquier cosa. [*] Y ya sabemos lo que ocurrió [el asesinato de Reyes]

“Era un gesto importante de las FARC. Ellos habían llegado a un convenio con nosotros: liberar grupos sin condiciones [...]”

Debido a problemas intestinales de Ingrid Betancourt, que siempre ha sufrido, según me contó su hermana Astrid, y a la alimentación poco balanceada, como las que ingieren los demás guerrilleros, ella empezó a perder peso. A ello se le sumaron problemas hepáticos, también regulares en ella, según Astrid. Ingrid adelgazó mucho más de lo que podría estar debido a las condiciones propias de sobrevivir entre la selva y como rehén. Es en esos momentos que las FARC envían un video y cartas para demostrar que estaba viva. Ingrid necesitaba un complemento vitamínico. La respuesta del gobierno colombiano, ante el pedido de su madre para que se permitiera que por algún medio se le pudiera hacer llegar, fue redoblar la militarización y los bombardeos en la zona donde se encontraba.

Los únicos que la escucharon y se ofrecieron al instante para hacerle llegar el complemento Ensure®, “como fuera”, serían el comandante guerrillero capturado, Martín Caballero, y el presidente venezolano Hugo Rafael Chávez Frías.

Yolanda me lo contó. Nunca lo he contado a nadie. Y si hoy lo hago es porque su hija está libre.

Ni tres meses después de hacerle llegar la vitamina Ingrid quedó libre y demostrando una vitalidad física y claridad mental, que millones de mujeres y niños pobres en Colombia no tienen debido a las políticas ultraliberales impuestas por el Estado que hoy ella aplaude.

Esos millones que no tienen quien les envíe ningún medicamento.

Y las casi únicas palabras que se le ocurrieron a Ingrid Betancourt para el presidente Chávez, así como para el presidente ecuatoriano, Rafael Correa Delgado, quien también metió las manos al fuego por su liberación y, como Chávez, casi sale quemado, fue que ¡no se metieran con la democracia colombiana!.

La señora Ingrid apenas ha mencionado a la senadora Piedad Córdoba. La misma que está a punto de ir a la cárcel –si es que antes no la matan- por los contactos que tuvo con las FARC para insistirles que dejaran en libertad a... ¡Ingrid Betancourt!!

Ojalá la señora Ingrid aprenda de Yolanda y Astrid. No creo, espero no equivocarme, que ahora ellas cambien de discurso y digan que todo lo que dijeron en tantos medios y tribunas fue por no tener nada más qué decir.

Hernando Calvo Ospina. Periodista y escritor colombiano residente en Francia. Nominado al Premio Lorenzo Natali de Derechos Humanos, 2005, de la Comisión Europea. Colaborador en Le Monde Diplomatique. Autor, entre otros: “Colombia, laboratorio de embrujos. Democracia y terrorismo de Estado”. Akal-Foca, Madrid 2008.

(*) Según el mensual francés Le Monde Diplomatique, edición julio 2008, cuatro días antes del asesinato de Raúl Reyes y demás personas, el Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo, le insistía a una comisión francesa para que desde Panamá se comunicara permanentemente con Reyes por teléfono satelital.

Esto coincide con la información obtenida, extraoficialmente, de fuentes gubernamentales francesas por el autor de la presente nota, Calvo Ospina, quienes le aseguraron que fue así como se logró ubicar con exactitud al campamento de reyes y bombardearlo
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Ingrid Betancourt iba a ser liberada este fin de semana




UNO

En proceso la liberación

La supuesta acción de rescate de Ingrid Betancourt y otros rehenes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) por parte las fuerzas armadas de Colombia “interceptó la liberación programada para este fin de semana o el próximo”, aseguró a la agencia de noticias IPS una fuente de los rebeldes situada en la frontera de Ecuador y Colombia que prefirió mantener el anonimato.

“La liberación estaba programada para este fin de semana o el próximo, según había acordado el secretariado y el propio Alfonso Cano, por eso se daba el reagrupamiento. Las fuerzas armadas se enteraron e interceptaron la liberación para hacer creer que se trataba de un rescate”, afirmó la fuente.

También explicó que en la guerrilla existen muchas dudas sobre la palabra y la labor cumplida por algunos países amigos, pero sobre todo por los emisarios franceses y suizo, que podrían haber ayudado consciente o ingenuamente en la salida implementada por Uribe. Pero además mencionan el hecho de que cuando se estaba para reunir con los franceses en la frontera de Ecuador con Colombia también ocurrió el ataque al campamento de Raúl Reyes

“Cada vez que se ha quedado en lago con los franceses y los suizos ha ocurrido algo. Por lo tanto, aunque se sigue buscando el canje humanitario, ya no habrá más conversaciones. En el operativo de Ingrid Betancourt pusieron en riesgo la vida de los detenidos por lo tanto ahora las cosas deben cambiar”, afirmó el entrevistado.

Aseguró además que sería importante que se hagan chequeos médicos a todos los detenidos para ver que están en perfectas condiciones, y que también se debería ver las condiciones en que están los prisioneros de las FARC en las cárceles para hacer una comparación.

“Hicieron una campaña mediática para mostrar al mundo que tanto la señora Betancourt como los otros detenidos estaban en pésimas condiciones de salud. Ahora está demostrado que han tenido un trato mucho más humano que el que reciben nuestros presos en las cárceles del estado. Sería bueno que los medios de comunicación y la ONU accedan a ver las condiciones en que están la mayoría de nuestros presos”, aseguró la fuente.

Sobre el futuro de ese grupo rebelde aseguró que las FARC fueron humildes en momentos de victoria y mantienen esa misma humildad en un momento de derrota.

“La extracción de las FARC les hace mantener humildes. Ahora será muy fácil que hablen contra las FARC, incluso sus amigos, pero la lucha de las FARC no termina con un suceso como éste. No terminó tras diversas embestidas que han sufrido a lo largo de la historia. No terminó cuando mataron a más de 5.000 compañeros de la Unión Patriótica y no terminará ahora. Que el narco-para-gobierno de Alvaro Uribe y la oligarquía Colombiana no se embriaguen con este supuesto triunfo”, aseguró la fuente.

También llamó a los países de América Latina a jugarse verdaderamente por la paz en Colombia, y por una negociación política para llegar a esa paz.

“ El futuro de Colombia no puede ser y no será la guerra civil, por eso es necesario que los países de América Latina jueguen un papel activo para llevar a un diálogo que culmine en la paz”, concluyó.

DOS

Labor de los emisarios en entredicho

La agencia ANNCOL (Agencia de Noticias Nueva Colombia) a la que diversos medios señalan como allegada a las FARC, este miércoles mediante un editorial expresó sorpresa por el hecho de que la operación militar se haya producido mientras se realizaban contactos entre los "funcionarios europeos" y Alfonso Cano, líder máximo de las FARC, .

"Deja un ligero sabor a duda el papel de los países amigos en esta operación militar con asalto a la confianza de una de las partes o de las dos, no lo sabemos", aseguró ANNCOL y agregó que el gobierno “narco-paramilitar” de Alvaro Uribe “no se puede confiar".

En tanto que este jueves Radio Suiza Francesa (RSR) lanzó una nueva hipótesis sobre la liberación de la rehén colombiana poniendo en entredicho la versión oficial ofrecida por el Gobierno de ese país sudamericano.

Mencionado una fuente segura, RSR, la principal emisora pública de la región francófona de Suiza, afirmó que Ingrid Betancourt y los otros 14 rehenes que estaban bajo control de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia no habrían sido liberados durante una acción militar sino comprados por 20 millones de dólares.

Según la misma radio, a la base del acuerdo se encuentra la esposa del responsable de los rehenes detenidos. La mujer "ha servido de intermediaria desde que fue detenida por parte de las fuerzas" militares colombianas.

Ella habría permitido abrir un canal de negociaciones con el grupo que tenía en su poder a los rehenes y obtener que su responsable, Geraldo Aguilar, conocido como comandante César, aceptara la transacción.

Según la emisora en el "origen de la transacción, (estuvieron) los Estados Unidos", pues tres de los quince detenidos por las FARC son "agentes del FBI... quienes fueron prestado a la DEA" (Agencia Federal de lucha contra el tráfico de drogas) para accionar en Colombia.

Para la radio suiza "la liberación, con las armas en la mano al mejor estilo Ninja, no sería más que una mascarada" mediática.

Una versión similar obtuvo IPS de fuentes diplomáticas que prefirieron mantener su anonimato, las cuales aseguraron que tanto los emisarios de Francia y Suiza, como sus gobiernos, sabían desde hace más de seis meses que el gobierno colombiano estaba intentando comprar los rehenes a César.

La fuente de las FARC consultada por IPS se quejó que cada vez que han estado en conversaciones para liberar a los rehenes han ocurrido ataques desde el gobierno de Uribe.

Antes del ataque al campamento de Raúl Reyes el 1 de marzo, tres enviados personales del presidente francés Nicolas Sarkozy, que permanecían en Ecuador desde octubre de 2007, fueron llamados por el alto comisionado de Paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo, para advertirles que no acudieran a una reunión con el guerrillero "Raúl Reyes" porque corrían peligro

Los enviados de Sarkozy a Ecuador, con el consentimiento del mandatario de Colombia, Álvaro Uribe, estaban encargados de negociar con Reyes la liberación de la política colombiana y ciudadana francesa Ingrid Betancourt, rehén de la guerrilla de las FARC desde 2002 y cuya suerte desvela a París, según adelantó IPS mencionando fuentes diplomáticas.

De acuerdo a esas fuentes, los tres negociadores franceses estaban en una ciudad ecuatoriana cercana al campamento de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que fue atacado en la madrugada del mismo sábado por fuerzas colombianas para matar a Reyes, miembro del secretariado y portavoz internacional de esa guerrilla.

Los emisarios se dirigían esa mañana a una reunión con Reyes, que ya estaba muerto, cuando recibieron la llamada de Restrepo advirtiéndoles de no acercarse al punto de encuentro por su propia seguridad, lo que sumió a los franceses en la preocupación.

Francia hace parte, junto con Suiza y España, del grupo de países que intentan facilitar un diálogo entre las partes para conseguir el canje humanitario.

TRES

La recurrente intervención de Bogotá

Las negociaciones entre emisarios franceses y Reyes es una historia de varios años, y más de una vez fueron desbaratadas por la intervención de Bogotá, como indicó IPS en algunos artículos.

Fuentes diplomáticas con conocimiento directo de las gestiones aseguraron a IPS que en junio de 2003 dos funcionarios de la cancillería francesa iban a reunirse por entonces con Reyes para recibir pruebas de la supervivencia de Betancourt, que su familia no tenía desde mayo de 2002.

El interés de Francia era despejar dudas sobre el estado de salud de Betancourt, y el de las FARC destrabar sus contactos con la comunidad internacional.

En la reunión iba a tomar parte un alto funcionario de la cancillería francesa. Al mismo tiempo, Delloye recibiría como prueba de supervivencia de la líder política un vídeo grabado a principios de junio de 2003.

Pero, interceptaciones de conversaciones telefónicas permitieron a Uribe tomar conocimiento del pactado encuentro y abortarlo, según diversas fuentes consultadas por IPS, aunque el vídeo fue finalmente difundido en agosto de ese año por un noticiero de televisión colombiano.

El entonces embajador francés en Quito, Serge Pinot, aunque dijo desconocer las negociaciones con Reyes, admitió a IPS que París seguiría haciendo los "contactos necesarios a cualquier nivel" para lograr la liberación de Betancourt.

Una fuente diplomática en Bogotá, que no quiso identificarse, estimó en la oportunidad que detrás del aborto del encuentro estaban "los servicios especiales de Estados Unidos, coordinados con inteligencia militar colombiana y con el presidente Uribe".

El objetivo, según la misma fuente, era desmontar la gestión diplomática de las FARC.

Otro hecho significativo ocurrió en enero de 2004, cuando fue detenido en Quito el miembro de las FARC "Simón Trinidad", en un operativo conjunto de la inteligencia estadounidense y colombiana, en colaboración con la policía ecuatoriana.

Según un posterior comunicado de las FARC, Trinidad cumplía la misión de buscar un "lugar adecuado" para un encuentro con el entonces secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, y su representante personal en Colombia, James LeMoyne.

La detención de Trinidad, según las FARC, también frustró una reunión prevista con representantes del gobierno francés con el propósito de hallar una solución definitiva al cautiverio de Betancourt y demás rehenes.

En diciembre de 2004, el entonces llamado "canciller" de las FARC, Rodrigo Granda, fue secuestrado por fuerzas de seguridad colombianas, con "la posible participación de altos funcionarios del Estado y del gobierno" de Venezuela, según dijo él mismo en una entrevista desde la cárcel y publicada en el sitio de Internet de esa guerrilla.

La captura de Granda también abortó gestiones nacionales e internacionales por el intercambio humanitario, como afirmó en febrero siguiente Juan Carlos Lecompte, esposo de Betancourt.

Según Lecompte, Uribe sabía que Granda, quien residía en Venezuela, era el contacto de las familias de los rehenes y de actores internacionales que trabajan por el acuerdo humanitario, como las Naciones Unidas, la Cruz Roja y los gobiernos de Francia y Suiza. "Granda tenía contactos con los suizos y estaban arreglando o iniciando un proceso de acuerdo humanitario con las FARC. Uribe se dio cuenta de eso y mandó por él", dijo Lecompte al programa televisivo Caracol Noticias.



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Ingrid show. ¿Rescate o montaje mediático en Colombia?


A pocas horas de su liberación Ingrid Betancourt fue presentada a los medios de comunicación. Todo había sido bien organizado y el montaje teatral se puso en marcha. Nada se dejo al azar, y el mejor programa de Telerealidad habría envidiado la excelente planificación. Ella descendió del avión militar con rostro reluciente y pletórico de felicidad algo así como cuando una actriz es llamada para recibir un Oscar cinematográfico. Estaba vestida para la ocasión y llevaba casaca y sombrero de camuflaje militar, parecido a una versión femenina de Rambo a la colombiana. El show se trasmitía por vía satélite, y sus primeras palabras fueron para agradecer a Dios y a los militares que la rescataron. “Gracias al Ejército mío, de mi patria Colombia, creo que es una impecable operación”, dijo mientras echaba unas lagrimas y gesticulaba los brazos en señala de amor. Agregó emocionada que su liberación, era “uno de los más duros golpes que se ha dado a las Farc". (El Tiempo, 3 de junio 2008). Y no perdió la ocasión para lanzar una vez más su candidatura presidencial, haciendo ver que seis años de reclusión no le habían quitado el apetito por el poder político y que seguía ambicionando sentarse en el sillón presidencial. Dijo: “Sí sigo con la ilusión de servir a Colombia, si desde la Presidencia, solo Dios sabe".

Todo ocurrió el miércoles 2 de junio cuando Ingrid Betancourt fue rescatada junto a 11 oficiales y suboficiales del ejército colombiano, y tres norteamericanos, que trabajaban para una empresa del Pentágono Americano que las FARC los acusa de ser agentes de la CIA. Ella había permanecido desde el 23 de febrero del 2002 en una prisión clandestina de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Seis años en cautiverio, y por el semblante reluciente que mostró frente al aparato publicitario, se puede decir que no fueron tan malas las condiciones en la prisión clandestina de los subversivos colombianos. Por lo menos, ese tipo de cárcel, no mata ni enflaquece hasta los huesos. Son diferentes a aquellas abominables cuevas medievales que utilizan los gobiernos latinoamericanos para encerrar y exterminar lentamente a los prisioneros de guerra. En cualquier prisión de Colombia, Perú y otros países de este continente, ningún revolucionario sale en buena salud, y menos con ganas de lanzar su candidatura electoral, después de haber pasado una temporada en reclusión.

Las primeras imágenes televisivas mostraron el momento que ella distribuía abrazos y besos por todos lados. Abrió los brazos para recibir al ministro Defensa, Juan Manuel Santos, y los dos más altos mandos de las fuerzas militares de Colombia, personajes que integran un gobierno acusado de convivir con el narcotráfico internacional. Un régimen responsable de organizar bandas paramilitares, y de ser causante de centenas de asesinatos de pobladores pobres de este país. El gobierno de Álvaro Uribe ha sido el mentor político de “Convivir”, un proyecto de gobierno que resultó un instrumento de los paramilitares y de los carteles de la droga. Después de ello vendría el abrazo cariñoso y de reconocimiento con Álvaro Uribe, que gracias a este operativo de salvataje, ha podido saltar con garrocha la crisis de su gobierno y el serio conflicto con el poder judicial de este país. Su ganancia política ha sido inmediata, y su reelección a la presidencia se da por segura. La misma Ingrid Betancourt, lo dio como primicia cuando en su primera entrevista con Uribe anunció que el camino estaba libre para la reelección del actual y cuestionado presidente colombiano. El mismo día de este montaje mediático, la Corte Constitucional de Colombia dio por terminado el debate por la reelección presidencial aprobada en el Congreso sometido al poder del gobierno.

El júbilo por la liberación de Ingrid Betancourt ha sido de dimensión internacional en el seno de los grupos de poder y del imperialismo. El primero en hacerse presente fue Nicolas Sarkozy, Presidente de la República francesa, fanático de las primeras planas de la información que a intentado ganarse algo en este festival de telerealidad política bananera. George Bush, no se hizo esperar para presentar su saludo al presidente colombiano, que les había entregado con vida a sus tres agentes en manos de la guerrilla desde el 2003. Para Bush este “rescate” fortalece su política de dominación en America Latina en tanto crea las condiciones para la reelección presidencial de su protegido Álvaro Uribe. No se quedo atrás Benedicto XVI, que durante la segunda guerra mundial fue uno de los soldados nazis del ejercito genocidas de Hitler. El papa de los cristianos expresó su satisfacción por el rescate de la ex candidata a la Presidencia de Colombia Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El “santo padre”, como lo llaman sus feligreses, ofreció ir a cualquier parte del mundo para darle un abrazo a la flamante heroína franco-colombina.

A estas plegarias de felicidad se sumó el gobierno de Venezuela, que mediante un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores expresó que "el hecho de la libertad es justificado motivo de júbilo para los liberados, sus familias, el pueblo y el gobierno de Colombia". Y reitero una vez más el pedido de Chávez para que las Farc, “liberen a los cautivos que todavía mantienen en su poder…y que este hecho abra camino hacia el acuerdo humanitario, el desmontaje de la guerra y el logro extraordinario de la paz". (Comunicado publicado en el diario colombiano el País, 3 de junio 2008). El mismo Chávez dijo, “estamos jubilosos y alegres por la liberación de esas personas". Hay que recordar que hace algunas semanas, el presidente de Venezuela exigió a las FARC dejar libre a todos los prisioneros, y olvidarse de la lucha armada que considero absoluta y sin ningún futuro. Después le tocó el turno al gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, que se pronunció en términos pletóricos para felicitar al gobierno de Uribe “por la acción humanitaria que significa la liberación de Ingrid Betancourt, tres ciudadanos norteamericanos y once miembros de la fuerza pública colombiana". En la larga lista no pedía faltar Lula presidente de Brasil, Cristina Fernández Kirchner la presidenta argentina y sobre todo Evo Morales, quien celebró la liberación de los rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lo que consideró como 'muy importante para una búsqueda de paz”. Señalando que ello era una muestra de lo acertado de las “conversaciones que empezó el compañero Chávez, a quien hay que saludar en todo caso', dijo Morales.

QUE HAY DETRÁS DE ESTE “RESCATE”

Hay que ser un entupido para creer la versión oficial que han dado los militares sobre la forma como se efectúo el rescate de Ingrid Betancourt. El comandante del Ejército, general Mario Montoya, señaló que la "Operación Jaque", como se denominó la acción de rescate, fue “limpia” (sin muertos ni heridos), y que solo duró 22 minutos y 13 segundos. En lo fundamental, dijo este general, se trató de un operativo de "inteligencia militar". Según él lograron “Infiltrar a las Farc", y en particular a los grupos guerrilleros encargados de custodiar a los secuestrados. Los convencimos, dice este militar, de que estaban hablando entre ellos mismos". El resumen de esta narrativa de ficción es que los militares del ejército colombiano, engañaron a los guerrilleros como si se tratara de retrazados mentales. Según Mario Montaya, se hicieron pasar como los jefes de la guerrilla que dieron la orden del traslado de los secuestrados, y de esa forma nadie se dio cuenta que dos helicópteros del ejercito se movieron libremente por las zonas que controlan férreamente las fuerzas guerrilleras. “Después, lanzamos la orden, haciéndoles creer que provenía de la cúpula de la guerrilla, de que ahora lo que vamos a hacer es trasladarlos de un punto a otro y van a ir dos de ustedes…Teníamos dos helicópteros porque sabíamos que era un número de 25 o 26 personas los secuestrados reunidos, mientras que los cabecillas encargados de su custodia, alias 'César' y 'Gafas', enviaron un "requerimiento" para que fueran cuatro y no dos los guerrilleros que se acercaran al helicóptero”.

¿Verdad o mentira?. Si suponemos que es cierto lo que cuenta con orgullo este militar, hay que considerar que las FARC no tienen ninguna validez como grupo armado. Ni una gallina deja que le roben los huevos en incubación sin que el ladrón se gane algunos picotazos. La guerrilla más ineficiente del mundo no permite que dos helicópteros se muevan con toda libertad en una zona protegida por cientos de subversivos, más aun si se trataba de proteger a una rehén que según la propuesta de canje formulada por las FARC valía la libertad de 300 prisioneros guerrilleros en manos de la policía del Estado colombiano. No hay ninguna lógica en este hecho cinematográfico, y lo más probable es que se trate de algo mas grave. La capitulación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y que la entrega de Ingrid Betancourt y los demás rehenes, sea una cabecera de playa para futuros arreglos secretos entre la guerrilla y el gobierno.

Una capitulación de las FARC no está descartada en la esencia ideológica política de este grupo armado que desde hace 40 años varias ha buscado como un objetivo estratégico, no el poder del Estado, sino la negociación con los diferentes gobiernos colombianos. Ya sea en Perú, Colombia o cualquier otra parte del mundo, un guerrilla dialogante y negociadora, no tiene ninguna perspectiva, salvo la capitulación. Ese ha sido el destino que siguieron los grupos armados en El Salvador, Guatemala y Perú. Pero sin ir muy en el análisis hay que remitirse a los últimos acontecimientos respecto a la política colombiana y a la actividad de las FARC. Sus últimas negociaciones le trajeron grandes pérdidas en su dirección política. En marzo de este año, Raúl Reyes, considerado el numero dos en este grupo fue asesinado por el ejercito cuando se encontraba en plena negociación para liberar a Ingrid Betancourt. A la semana de la muerte de este dirigente, Iván Ríos, miembro de la dirección guerrillera fue asesinado por varios guerrilleros que habían recibido una recompensa del gobierno de Álvaro Uribe. El mes de mayo, vino lo peor con la muerte de Manuel Marulanda o Tirofijo, quien desde 1964 había sido el líder principal de las FARC.

A los problemas internos de las FARC se sumaron la veleidades políticas del comandante Chávez, quien en junio pasado anunció, que las FARC debería liberar a todos los rehenes “a cambio de nada”, y que la guerra de guerrillas en América Latina y el Caribe “no está al orden del día… pasó a la historia”. Chávez, que mediaticamente se había presentado como un aliado de las FARC, apuñaló de frente y dijo que las FARC abandonen las armas, porque constituyen el “pretexto” para que el imperialismo yanqui fomente agresiones contra los países vecinos, y para “acusar de terroristas o de protección al terrorismo, y para desatar la guerra en la región”. Frente a la declaración de Chávez, las FARC no dijeron nada y callaron en todos los idiomas. En política se conoce que quién calla otorga, y sobre todo tetándose de un problema fundamental para América Latina y para la lucha antiimperialista.

A las declaraciones de Chávez siguieron en coro los planteamientos de Rafael Correa y de Evo Morales, que coincidieron con las declaraciones del presidente venezolano, y exigieron también la liberación de los prisioneros en manos de la guerrilla y el fin de la lucha armada. Lo mismo ocurrió con los Sandinistas, ahora reencauchados como pro imperialistas y los ex guerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador, que aplaudieron la flamante posición antiguerrilla de Chávez. En este contexto, no es difícil imaginar que las FARC, alejada de Chávez, de Correa, de Evo Morales, y de otros aliados en America Latina, se sientan ahora como huérfanos pajarillos. Aislados y traicionados por sus aliados más cercanos.

En este contexto, no es muy difícil creer que las FARC, que construyó su proyecto político entre la acción guerrillera y la negociación con el Estado pro imperialista, estén dando los primeros pasos para poner fin a la lucha armada en Colombia. En todo esto no hay que descartar la ingerencia nefasta de Chávez, y no es simple casualidad que la misma Ingrid Betancourt, haya declarado al diario El Tiempo (3 de junio) que espera “Chávez y Correa nos ayuden a que las transformaciones en Colombia se den por la vía democrática”.

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Doculebrón
Santa Ingrid, patrona de los buenos rehenes, ¡ruega por nosotros!


Tlaxcala

Traducido por Caty R.


El regreso de Ingrid Betancourt a la civilización «tras seis años y cuatro meses de cautiverio en manos de los narcoterroristas de las FARC», ha originado la celebración de una operación mundial de «ingridolatría» mediática televisada en directo.

La televisión pública francesa –con France 2 a la cabeza- seguramente ha batido récords al dedicar el miércoles por la noche más de 5 horas ininterrumpidas a la «liberación» de Ingrid, y varias horas más en los días siguientes. La peste emocional que infectó todos los hogares sólo puede provocar náuseas. Y, más allá de la náusea, hay que ponerse a razonar.

A simple vista, Ingrid derrocha vitalidad, aparece bien alimentada y en perfecto estado de salud, lo mismo que «los otros 14 rehenes liberados» al mismo tiempo, de los que 3 son agentes del FBI prestados a la DEA.

Es inevitable hacer un paralelismo con aquel Augusto Pinochet que, en cuanto volvió a Chile, abandonó su silla de ruedas en la que estuvo clavado durante su estancia en Gran Bretaña de donde por fin pudo volver con muchas dificultades (los británicos lo tuvieron secuestrado).

En segundo lugar, a Ingrid se le han aparecido la Virgen , el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y tiene previsto viajar a Lourdes y después al Vaticano ¿La beatificará Benedicto XVI en vida? A falta de una canonización, quizá podría aspirar al Premio Nobel de la Paz.

En tercer lugar, Ingrid se ha convertido en una partidaria fanática del ejército nacional colombiano y de sus fuerzas especiales, cuyo uniforme lucía en su descenso del avión.

En cuarto lugar, Ingrid se ha convertido, además, en una partidaria entusiasta de Álvaro Uribe, el «narcopresidente» que, con el mexicano Felipe Calderón, es el peón clave del aparato yanqui de América Latina.

Ingrid no ha dejado de alabar la operación «perfecta, impecable y brillante» que consiguió su liberación. Si creemos la versión oficial, un grupo de coroneles colombianos llevó a cabo dicha operación, con la ayuda de especialistas de la CIA y del Mossad israelí que se infiltraron en las FARC, y después «convencieron» al comandante «César», responsable de la vigilancia de los presos, entre ellos Ingrid, y pusieron a su disposición un equipo de soldados disfrazados de guerrilleros que bajaron del cielo a bordo de un enorme helicóptero.

Si esta versión es cierta, ese comandante de las FARC debía de ser un cretino redomado para creer que su organización podía disponer de un helicóptero semejante. En resumen, esta versión hollywoodiense es buena para los papanatas, convertidos en admiradores de santa Ingrid.

La verdad hay que buscarla más bien en otra parte: según la Radio Suisse Romande , el gobierno colombiano pagó alrededor de 20 millones de dólares al famoso «César», que apareció ante las cámaras con un ojo a la funerala, sólo para mantener la ficción hollywoodiense antes de ser enviado, con una nueva identidad, hacia otra parte del mundo para emprender una nueva vida.

Hay varias cosas que simplemente se ignoran en este gigantesco y obsceno chorreo de sentimentalismo mediático -con Ingrid, Astrid, Yolanda, Mélanie, Lorenzo, Nicolas, Carla, Bernard y Rama dando vueltas a la noria durante horas- por ejemplo:

1º El empecinamiento en calificar como «rehenes» a quienes son prisioneros de guerra, como lo son los combatientes de las FARC encarcelados por las fuerzas del gobierno. Pero, claro, llamar a los presos rehenes equivaldría a reconocer a las FARC un estatuto de fuerza de combate, lo que está excluido para Uribe y los que lo apoyan. Aplicar las Convenciones de Ginebra sobre prisioneros de guerra a los presos de las FARC y exigir a las FARC que hiciesen lo mismo con sus presos, concedería legitimidad a la guerrilla.

2° La guerra que libran el ejército colombiano y sus grupos paramilitares desde hace 25 años ha causado miles de muertes, entre ellas las de 3.000 sindicalistas y 2.000 indígenas, además de miles de desaparecidos. Como mínimo 2 millones de campesinos han tenido que desplazarse y son refugiados en el interior. Y miles de colombianos amenazados de muerte por los paramilitares son refugiados en el extranjero.

3° Las FARC deben renunciar a su «inmunda lucha que destroza vidas inocentes» (Sarkozy dixit) y «rectificar» su línea de actuación (Ingrid dixit), no dejan de repetir los héroes de este «superdoculebrón». ¿Han olvidado que la última vez que las FARC aceptaron integrarse en la vida política «normal», creando La Unión Patriótica y presentándose a las elecciones, 5.000 de sus miembros fueron asesinados?

Santa Ingrid, descendiente de una familia de cruzados normandos que se convirtieron en reyes de las Canarias, ahora, seguramente, se embarcará en nuevas cruzadas para liberar a otros «rehenes». Pero, ¡atención!, sólo se ocupará de «rehenes buenos». Sarkozy, seguramente, intentará reclutarla para su próxima operación, destinada a liberar al «rehén francoisraelí» Gilad Shalit, el cabo prisionero de Hamás. Ahora que Ingrid se identifica con las fuerzas especiales que, según declaró a los cuatro vientos, son tan efectivas como el ejército israelí, eso sería lógico.

Pero no cuenten con Ingrid para otros combates, como la liberación de 10.500 rehenes palestinos encarcelados por Israel, o para la defensa del medio ambiente. Ingrid, que se proclamaba ecologista –su grupúsculo se llamaba «Oxígeno Verde»-, definitivamente se ha curado de esa enfermedad de juventud durante los años que ha pasado empachada de verde en la selva, donde descubrió que de todos los animales de la jungla, el más peligroso es el hombre. El hombre de las FARC, por supuesto.

Original en francés: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=5429&lg=fr

Fausto Giudice es miembro de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.

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