miércoles, julio 02, 2008
LA LIBERACION
Hoy fue uno de esos días en que todo el país se puso feliz. Es una de esas ocasiones en que las cosas salen tan bien que no parecen reales; al igual que ocurre cuando salen terriblemente mal. Uno está acostumbrado a ciertas rutinas y cuando éstas se alteran para bien o para mal es difícil reaccionar, tal vez por la sorpresa originada en una inmensa alegría o en una profunda tristeza.
Hoy, por fortuna la incredulidad la causa la dicha desbordad de ver libres a 15 rehenes que las FARC tuvieron en su poder durante años. Hoy las FARC vieron cómo, sin darse cuenta les arrebataban a este puñado de personas que en la selva estaban siendo sometidas sin misericordia al suplicio del secuestro. Hoy, gracias a la destreza de las Fuerzas Armadas, 12 compatriotas y tres ciudadanos norteamericanos vuelven a los brazos de sus seres queridos, regresan a la libertad, luego de ser sacados de la selva mediante un golpe de astucia.
Y es que si las cosas son como las han descrito Íngrid Betancourt y el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, sólo caben aplausos para esa operación impecable que llevaron a cabo los militares colombianos, en territorio colombiano, sin lastimar a nadie y sin ofender a ningún país vecino.
La falsa misión humanitaria que supuestamente armó el gobierno colombiano dio unos resultados estupendos, pues sirvió para engañar a algunos de los más encumbrados y peligrosos comandantes de las FARC, que este miércoles 2 de julio encajó uno de sus más severos golpes y que puede ser peor que la muerte de ‘Tirofijo’ o de cualquier otro miembro del Secretariado.
Obviamente, luego de conocidos parcialmente algunos de los pormenores de esta exitosa operación de inteligencia, empieza uno a preguntarse si lo que Luis Eladio Pérez decía tenía conexión con lo que finalmente sucedió. Es decir, la operación fue tan bien planeada que lograron confundir al mismo Pérez, quien creía que iba a haber una liberación unilateral, y a los delegados de Francia y Suiza, que supuestamente habían estado en contacto con Alfonso Cano. ¿Fueron todas esas noticias falsas informaciones derivadas de la operación que con tanto sigilo estaba desarrollando el Ejército Nacional? De ser así, la cosa es como para quitarse el sombrero...
Lo que viene
Ahora bien, estos sonoros éxitos militares no deben hacer perder de vista los líos ocasionados en días recientes por el presidente Álvaro Uribe y sus arrebatos autoritarios, que han llevado al país a una situación indeseable para propios y extraños. Es decir, son temas diferentes.
El enfrentamiento del Mandatario con la Corte Suprema, así haya amainado, sigue vivo; la falsa acusación de Tasmania contra el Doctor Velásquez aún no nos la han terminado de explicar; y la responsabilidad de algunos funcionarios y ex funcionarios del gobierno en el escándalo de la ‘yidispolítica’ no ha sido suficientemente aclarada ni desvirtuada.
Así que esta oportuna operación militar, ejecutada en el momento más crítico de los últimos meses que ha vivido Uribe, no debe servir para echarle tierra a esos otros temitas que tanto deben mortificar al Presidente y que muchos de sus abyectos seguidores quisieran acallar a punta de los rabiosos aplausos que les arrancan los éxitos de la seguridad democrática.
